the soundtrack of my days.

Quisiera conocer a alguien que me haya visto una vez sin traer el iPod encima. O escuchar a mi hermana mencionar una sola vez que no tuviese un largo playlist amasando en las paredes de mi alcoba y mi desmadre. O que alguien me dijera cuantas canciones me faltan por tararear, si alguna vez he dejado de mencionar una letra o disco apropiado para el momento. Tengo frases para todo, suelto sabiduría de Nick Cave y Amanda Palmer como una metralla. Me gustaría pasar una sola noche sin encasquetarme los audífonos para arrullarme a ritmo de metal noruego. Quisiera que alguien me diga que, incluso antes que respirar o comer, incluso leer o escribir, lo imprescindible en mi existencia es la Música. Así sabría que no soy solo un desesperado musico frustrado con aspiraciones de experimentalista electroacústico.... Que, bueno, tampoco creo que sea algo tan malo, ¿no?

Anyway, toda esta diatriba es porque hoy
Pamela me ha iluminado... para escribir un top 20 con las canciones que han hecho mi vida mucho menos incomoda y mierdera. The soundtrack of my days. Canciones que, irremediablemente, terminan abrazando muchos momentos que quiero olvidar o repetir. Canciones que he pasado semanas, incluso años, tarareando y descifrando. No llevan ningún orden específico, y perdonen si se me va lo poético, jaja. Gozad:

My Sweet Prince // Placebo

Ignoremos el hecho de que la voz de Brian Molko es follable por si sola: no recuerdo otra canción que pueda expresar lo intrínseco, complicado y poético del amor entre dos chicos. Una vez me dijeron que es el romance mas intenso y desesperado, y la neta, lo creo. Inspiró mi mejor cuento (que pueden bajarse acá), y después, el feelin' que nunca creí conocer. Increíble.



Heurt // Amesoeurs

Mi banda favorita de Black Metal, su único album es la puta leche; gracias a Neige (ídolo) y secuaces, comencé a apreciar de manera distinta el underground. Este track en particular sintetiza la hermosa desesperación y falsos escapes del nuevo siglo. Si no has caminado por la ciudad en un agosto lluvioso a ritmo de Heurt, no sabes nada sobre la soledad. Te conmueve y te hace ruinas.



The Speed of Pain // Marilyn Manson

La canción mas hermosa de Brian Warner. Sus mojigatos detractores de cuello alzado y poco sexo quedarían con la boca cerrada con esta power-ballad en claroscuro. Muy pocos pueden descifrar sus propias heridas, y casi nadie puede convertirlas a notas. Él lo hace en rock creepy, yo lo hago en mis propias letras. Aplausos al reverendo.



Hades Pluton // Sopor Aeternus

Una noche me atasqué de café y anfetaminas. Very bad idea! Para sobrevivir la noche de taquicardia y ansia extrema, escuché Sopor Aeternus toda la madrugada. Desde entonces, ya no le temo a la muerte. La muerte es pecata minuta al lado de la agonía de caer. Es casi un cover a Roky Erickson (y para mi, de un tango de Gardel), pero no deja de ser grandiosa.



Heart-Shaped Box // Nirvana

Nevermind nunca me ha convencido del todo. De hecho, Nirvana no terminaba de llenarme; hasta que escuché In Utero, con toda su tristeza y emoción a guitarrazo limpio. Hasta que me meti en su caja de corazón, no supe que Kurt iba a ser lo que es en mi vida. Hey! Wait! Ya le rendí homenaje en este post... pero ya saben, cuando alguien es la hostia...



The Sad Mafioso // Godspeed You! Black Emperor

¿Recuerdan las calles vacías en 28 Days Later? ¿Esos acordes apocalípticos y lejanos en un Londres muerto y dilapidado? Okey, solo la mejor banda de post-rock de todos los tiempos puede crear un soporífero y nostálgico fin del mundo. Mis viajes de verano, cielo y mar en relieve, no serían lo mismo sin esta canción. Al apagar la luz de mi cuarto de huespedes, este es el último sonido.



The Supreme Vice // Die Form

Este gran, GRAN dueto francés fue pionero al conjugar lo bajo y tóxico del electro-industrial con lo sensual y encarnado de una soprano como Eliane P. Su titulo lo dice, un vicio irresistible, supremo. Es decadente, sexual, corrosiva, peligrosa. El theme de mi época de darky en ascuas (botas negras y lipstick incluídos).



Good Day // The Dresden Dolls

De no ser por Tori, Amanda Palmer sería mi diosa-pelirroja-pianista-emputada favorita. La libertad, la fuerza, el descaro de crear algo nuevo y mandar a la mierda los errores y aciertos de ayer solo pueden expresarse así. “So, you don't wanna ear about my good day?”. Perdí la cuenta de todas las ocasiones en que me he sentido así, con tanto por delante y tantas naves por quemar. Feminismo cool para las generaciones Z.



Face the Wall // Emilie Autumn

Ya lo he dicho antes: este es para mi el mejor solo de violín moderno. El equivalente rocker-contemporáneo a Paganini. Amo el violin, amo la locura, amo el desenfreno y el terror de existir, de querer. Y en siete minutos, cualquiera puede escuchar su propia historia entre las cuerdas de Emilie. Yo sé los digo, no cualquier pendejo puede tocar esto (si, también lo intenté).



Machine Gun // Portishead

Es uno de los experimentos mas radicales de los de Bristol, combinando lo gélido y antagónica del industrial, con la poesia destilada por Beth Gibbons. Doce años de ausencia, y se regresan con un sofisticado krautrock rompemadres. En un momento clave de mis estudios, con la típica crisis de los 16 por falta de blanca y ganas, encontré el delicado equilibro entre crueldad y tragedia que siempre me atormenta, hecho melodia. Amén.



Eliogabalus // Devil Doll

La banda de bandas, el culto de culto, lo mas goth entre lo goth. Descubrir la agrupación del maestrazo Mario Panciera le dio un vuelco a lo que entendía por Música. En realidad, Eliogabalus son dos canciones en un solo albúm, pero imposibles de deshacir. Una sinfonia de cuarenta minutos basada en los textos de (mi adorado) Antonin Artaud, reivindicando lo clásico, lo progresivo y lo experimental. Nadie debería morir sin escucharla.



The Future // Have a Nice Life

Muchos dicen que su brillante disco debut es el mas triste del mundo conocido. Para mi, ellos mismos son la banda que mejor han entendido la alienación y la tristeza del ser humano. Shoegaze, indie, black-metal, drone, post-rock... Ningún momento en específico, tal vez sea que siempre me siento así. Un montón de cosas que contar, y demasiado poco tiempo. Sniff.



Comfortably Numb // Pink Floyd

Tan gafapasta debo ser, y muy tópico. Pero a mi también me parece EL solo de guitarra. No puedo imaginar que sería de Waters y compañía sin este grandísimo acierto. Es el momento de The Wall. El momento de la película. Es el momento de cualquier dolido charolastra, punketo, metalero, mamón, modernillo. Graaande.



Como yo te Amo // Raphael

Ya les había contado la importancia de esta en otro post. Practicamente mi regordeta y suicida infancia se construyó y deshizo con esta canción. Solo escúchenla.



Closer // Nine Inch Nails

Es imposible que elija una sola de The Downward Spiral (mi crítica acá). Carajo, por mi pondría todo el disco. Pero... me quedo con Closer. Porque me hace recordar que en el fondo no somos sino animales, instinto puro y duro, carne y sangre con buenos argumentos. Y porque es indescriptible. Coger fea y tantricamente con esto debe ser... Wait: coger fea y tantricamente con Trent Reznor Debe Ser...



Dying in A-minor // The Angelic Process

“El sonido que hacen las almas al gritar.” Según yo, así se escuchan los limites del universo, los ángeles en éxtasis, el fluir de la sangre en las venas, la charla entre dios y satanás. TAP hizo algunas de las piezas mas hermosas y asfixiantes posibles. Quiero morir escuchando esto. Así de simple. Así debe escucharse la muerte, joder.



“Heroes” // David Bowie

Antes, Bowie solo era interesante, el tipo que parecía copia glam de Klaus Nomi que había hecho el Ziggy Stardust y el aburridísimo Low. Después, “we can be heroes, just for one day”, y ya nada fue lo mismo. Los setentas ya son un tanto mas diferentes. Ahora reafirmo que el pasado es la utopia de quienes chingamos el presente.



Enjoy the Silence // Depeche Mode

Con él, no hacía falta llenar los silencios con pura mierda. El silencio era, y ya. Todo lo que necesitaba, todo lo que siempre quise, estaba en mis brazos, en un beso, en una puta mirada. Callar era una paradoja y no esclavitud. Solo con él podía cerrar la boca, y ser tal y como soy. Amar sin declarar y firmar en letras grandes. Este era mi leitmotiv. Nuestra canción. Creo que sigue siéndolo. Cuando no tengas que llenar los silencios con pura mierda, sabrás que estas completo. (En realidad, la que marcó mi vida es la versión magistral
de Tori Amos, pero DM siempre flipa.)



Zombie // The Cranberries

No sé porqué, pero esta canción es, creo, la mas importante de mi vida. Tal vez porque sonaba cuando supe que debía ser escritor. Tal vez porque dos veces he estado a punto de morir bajo sus compases. Tal vez porque una noche de mi niñez descubrí lo que era el miedo escuchando a la O'Riordan suspirar. Tal vez porque mi primer, ingenuo beso fue orquestado con sus percusiones dramáticas. Tal vez porque... bueno, amo los zombies. El punto es que es importante. Y ya.



Spark // Tori Amos

Repito: Myra Ellen Amos es dios. No, dios es su cambiador de paginas. Facilmente este playlist podría reducirse a canciones de la cornflake girl, pero escojo esta porque es el mejor track de su mejor disco, porque conmueve hasta los huesos y huevos, y porque cuenta con puntos y acentos cada minuto que consumo lentamente. “She's afraid of the light in the dark” es bí-bli-co. Mi canción favorita, irreemplazable, insuperable.


Sugerencias, mentadas y apapachos: abajo, donde dice X comentarios. Duh.

post #65.


¿Alguien leyó, vio o escuchó Holes? La novela, de Louis Sachar, cuenta la historia de un pobre e infeliz chaval cuya familia esta condenada a tener mala suerte. Asi que su vida es, sencillamente, una vil mierda. Por su mala suerte, claro. Prácticamente la palabra felicidad no existe en su vocabulario, desde que nació no conoce otra cosa que paladas y paladas de cala.

¿Recuerdan al pobre Tom, de
(500) Days of Summer? Después de que Summer lo manda a freír espárragos, el tierno y heteroflexible soñador cae en una Espiral de Autodestrucción: de pronto su existencia ya no tiene principio ni fin, alfa u omega, es un sinsentido sin los ojos (ojazos) de su amada nena. Como diría la canción de Placebo, without you i'm nothing.

¿Recuerdan la vida de Harry antes del famoso
“you're a wizard, Harry”? Una porquería, igual. ¿A la pobre, gorda, negra, analfabeta, seropositiva, embarazada, desamparada (¡lloren, carajo!) Precious Jones? ¿A la perra que es Nicole Kidman en Dogville? ¿A Heatchcliff? ¿Al narrador de Fight Club y su insoportable no-existir?

Bueno, así me sentí hoy.

Lo peor es que ayer fue mi dia Baudelaire (o seasé, una serie de catastróficas desdichas): Primero, me hundí en un charco de lodo y menudencias. Perdí mis gafas oscuras (y si me conoces, sabes que ODIO ir por la calle co los ojos expuestos). Tuve una experiencia near-to-death con unas escaleras eléctricas en Popotla. Me vi con Liliana afuera de Cedart (sniff), con la noticia de que la master Valenzuela se había largado diez minutos antes de que yo llegase a elogiarla. En la biblioteca del CNA, una pluma chafa se me chorreó por todos lados, cagando mi único suéter guay. Al regresar al metro Revolución, Liliana me ayudó a ser atrapado y empalado en las puertas giratorias, a la vista del malhumorado publico. Como si un caballo me sodomizara por la espalda (sic).

La biblioteca Vasconcelos cerró antes de que llegásemos, y hasta ese momento recordé que tenia que devolver libros. Andamos a un Burger King, y después de romper pendejamente el ticket y armar un rollo con el gerente, me empapé con sprite y nestea. Mi nulo presupuesto me obligó a comer la hamburguesa mas pequeña que dios pudo sacarse de la brenca. Al volver a mi casa, no había nadie, así que hice de Chico del Portico bajo el frio, con la vejiga llena y el iPod vacío. Tuve que orinar en el terreno baldio donde suelo arrojar mis cascaras de naranja, y volví a caer en un charco de agua y menudencias.

Ayer fue un día muy desgraciado (divertido, si, pero lleno de mierda), y con todo, me sentía muy satisfecho y en buen plan. Hasta pude reírme de esa colección de estupideces. ¿Entonces por qué hoy, dia cualquiera donde los haya, es cuando quiero embriagarme con anticongelante, colgarme de los huevos y escuchar el
OK Computer hasta olvidarme como defecar (1)?

En serio, quiero gritar.

(1) Si, detesto Radiohead. Pero, el que este libre de pecado...
(arriba) una foto de Patricia Villanueva.

coffee and zombies (2).


(1) Ayer pasé la madrugada viendo trailers de films de horror. Me encantan, frecuentemente aun mas que las películas per se: me gusta tejer tramas y shots con esos retazos de historia habilmente intercalados por un astuto publicista. La obra de Michael Bay será insipida, pero nadie puede negar que se le hizo agua la boca con los promos de The Island... Okey, me desvio.

Me di cuenta que hay cosas brutales, grotescas, enfermizas, perversas y comunmente nauseabundas que soporto con todo cinismo y buen humor. Pero hay otras cosas, otras frases, otras
escenas que se graban a fuego en mi memoria, como un pequeño tumor, que palpita por varias semanas, hasta que deja de taladrarme la cabeza, esperando que la jota sinapsis haga sus milagros y me obligue a revisitar esa cosa, esa frase. Esa escena. Es francamente molesto. Puedo chutarme Irréversible por tres días seguidos, sonriendo siniestramente con la larga violación a Monica Belluci, pero leo un cuento de canibalismo gay y no pego pestaña. Puedo poner en un pedestal al gélido y repulsivo Michael Haneke (para mi, el cineasta mas grande del mundo), pero veo una reconstrucción facial en el discovery channel, y de menos devuelvo la papilla de mi último pañal. Carajo, me pongo en éxtasis dopamínico con cuanto documento zombie me topo, me regocijo con la lluvia de vísceras, gritos y raudales de sangre, y después, leo un parrafo de Chuck Palahniuk sobre semen y lavados de estomago, y me arrumbo en una esquina del baño a mordisquearme los nudillos.

No sé si me entiendan, lo que si es que es muy molesto. Si soporto un desmembramiento marca Sam Raimi, también tendría que soportar el clitoris cortado de la Gainsbourg (y lo juro, me sigo estremeciendo al recordarlo). De manera que, cuando me enfrento a un
horror nuevo, por así decirlo, no puedo ni imaginar el efecto que tendrá en mi. O bien lo conservo como una genial influencia para mi trabajo, o empiezo a hacer las cuentas para la terapia de electroshocks.


(2) A lo mejor no viene al caso, pero el mejor ejemplo fue cuando vi Snakes on a Plane. De entrada, les digo... ODIO a las serpientes. No puedo creer que las criaturas mas fascinantes del mundo sean también las mas mas horribles, espantosas y repulsivas. En este momento, escribiendo serpiente, puedo sentir en mis tobillos su piel húmeda y rastrera, su lengua bifida silbando, sus dientes, enrollándose... ¡Mierda! Neto, no creo tener un miedo mas profundo y frágil. No, no, es mi terror mas profundo. ¿Se acuerdan de 1984, cuando Winston es amenazado con una jaula llena de ratas? Exactamente igual, o incluso peor. He tenido ataques de nervios por culpa de libros de biologia. Hay una anécdota tonta sobre el origen de este trauma, pero me jode tanto, me inquieta tanto, que mejor lo dejo para después, cuando salga en la portada de Rolling Stone o algo.

Okey, con semejante e insulsa fobia, la logica dictó que ignorase
Snakes on a Plane. Ni un trailercico, ni una reseña, ni una foto promocional con mucho escote. Nada. Voluntario, menos. Pero la logica, of course, no se lleva conmigo (me como servilletas de papel...). Asi que, un buen día, me meti al blockbuster buscando basura para dominguear, y ni tardo ni perezoso, me llevé el DVD de esa lindura. Chance porque David R.Ellis, el director, es un cabrón cuya serie B le sale monísima (aunque no tiene ni puta idea de lo que es un climax). Chance y porque... bueno, Samuel L. Jackson lo dice todo. La cosa es que, hasta que no puse play a la película, no recordé que habría cientos, CIENTOS de serpientes.

Se los juro, no sé como sobreviví. Iba de un lado a otro por mi cuarto, estrujándome los brazos, arrancándome pelo de la nuca, abrazándome las rodillas, asfixiándome con palomitas. Y la puta película seguia, con sus chillidos, sus silbidos, sus cobras, sus boas, sus cascabeles, sus actores cachas de tercera categoría... Ahora lo recuerdo y me parece abominable mi acto suicida, pero en ese momento, con los jodidos reptiles masacrando a los pasajeros mas ilusos de toda la historia, no me pareció tan malo. De hecho, es una peli bastante entretenida, que a fin de cuentas es lo único que pretende. Es increíble el sentimiento de claustrofobia y horror en una historia tan sardónica, como pasa de ser una serie B a una extraña y boba alegoria del darwinismo. El final es una bazzinga, pero el buen
Jules Winnfield se suelta unas frases que solo Jules puede decir con dignidad.

¿Lo ven? La logica dicta que hubiese apagado el maldito DVD con el primer coratillo en pantalla, me hubiese arrebujado en las sabanas a temblar, y a esperar que la noche pasara sin una de... agh, esas cosas en mi ventana. Pero, cosa rara, me entretuve dos horas completitas. Y después, leo la escena del bebe calcinado en
The Road, y empiezo a gimotear... Se los digo, soy un caso clinico de masoquismo renegado.


(3) Anyway, cierro con la joya de mi cacería. Esta en particular, me tiene hecho pedazos: se llama Opstandelsen; Es danesa. Horror. Zombies. Cristianismo. Sin puto 3D. Con los aires nórdicos de la hermosa Let the Right One In, pero un tanto mas sobria y muuuy gore. La cinta perfecta para mi. PERFECTA. Ya no aguanto ni un minuto para verla, y eso que solo hace dos días videé el trailer.

(1) Portrait of Michel Leiris, de Francis Bacon.
(2) Kaa, la única serpiente linda y cool en el orbe. Cameo de Shere Khan.
(3) Marie Frohmé Vanglund. Súblime.

when you're drunk.


(1) ¡Yeah! ¡Estoy por llegar a los 35 seguidores, ladies and gentleman! Chance y no lo saben, pero el 35 es mi número favorito. No tengo razones específicas/chacoteras para ello, simplemente es. Ya celebre mi post número 35, y seguro celebraré las 350 entradas, y por supuesto, los 35 seguidores. So... esperemos a ver quien es el feliz afortunado en honrar a esta H. bitácora con su presencia y esplendor.

(2) Ejem. Veamos, pasé cuatro días entre resaca y borrachera, borrachera y resaca. Creo que en algón momento dormí, o me desmaye, o me ahogué en un mar de soporifero llanto romanticista. La cosa es que vuelvo a estar al tiro, y ya tuve un bastante de ligues infructuosos, vodka, mariachis, imitaciones victorianas de Juan Gabriel, vodka, heteros recalcitrantes y machines, vodka y bailotear toda la discografía de Lady Gaga. Hacia rato que no bailaba intoxicado, y me alivianó mucho. No es que sea precisamente el Hugh Hefner de Chilangolandia; de hecho, detesto enrollarme en fiestas y parrandas adjuntas, pero estos días fueron... introspectivos. Bah, a la mierda, fueron un desmadre guay.

Y curiosamente, muy productivo. El viernes al salir del último embrolle, tuve lo que Enrique Iglesias llamaría una experiencia religiosa, al subir al auto de Omar, con el audio a todo volumen, atravesando la ciudad en busca de sus putos cigarrillos... Voy a sonar arcaico, pero fue uno de los mejores momentos de mi vida. Estaba escribiendo un post padrísimo para describirlo y connotarlo, pero...

Mi inspiración esta en Saturno, y mi cabeza en Aranjuez. Ayer revisaba mis viejos cuentos
yaoi (remítanse a la frikipedia), y sin leerme chocante, tengo algunos párrafos realmente inspirados. Como de Pulitzer. Asi que he decidido enfocarme a uno solo, un hibrido entre cuento de hadas y los mundos sórdidos de Pahlaniuk. Tengo que pulir algunos errores de sintaxis, y concretar partes de una trama que nunca me terminó de cuajar. Tal vez porque lo escribí en esos buenos tiempos cuando escribía de sol a sol, cargado de energia y entusiasmo...

Y tu, dulce paranoico,
Vagando en tus bosques de artificio,
De angel encubierto, atavios,
escapas a la umbra de los simples,
urdiendo el calor de los mortales.
Tu, anhelo concretado,
arrancando al eléctrico monologo
el llanto que teme y desola.
El publico desfila sin andanzas,
aspira lo gélido de su mirada,
el incubo cede, retrocede,
quema y sana sin articular.


¿Ven? No como ahora, que una sola linea de ficción me succiona los sesos. Crisisdeidentidad no me quiere con un Nebula en las manos.

(3) Acabo de conseguir Choke, justamente de Chuck Palahniuk. Si, el mismo trastornado que escribió Fight Club, el único libro en el mundo que se hace popo junto a su magistral versión fílmica. Como sea, la primera página me enamoró, con ese toque agresivo/pseudo-anarco que entreteje una diatriba muy interesante sobre el humano en la sociedad, amén. Asi que me largo a leerlo.

p.d: si, la estrofa creepy es mia, fragmento de otro poema. Acepto críticas y mentadas.

(arriba) una foto de Christophe Gilbert.

the gay next door.


Se supone que con este blog intento agarrar fuerzas y vuelo para volver a escribir ficción como antes; creo que ya me falta muy poco para tener las pilas cargadas y chingarle a mi novela. La cosa es que mis últimos posts no hablaban de algo... trascendental. Traia ganas desde hace tiempo de escribir algo importante, muy mio, una de esas diatribas que me salen tan apocalípticas y bonitas, así que me perdonarán si me extiendo un algo.

So... ya todos en el planeta saben: Ricky Martin
publicó en su web que asumía su homosexualidad como un regalo que le da la vida. En lenguaje vulgar, aceptó ser gay. En lenguaje metafórico, salió del closet (¿?). En lenguaje Yess, gritó a los cuatro vientos que le flipa el tamal con leche tibia. No hace falta ahondar en detalles, porque basicamente no dijo nada mas importante que eso... Y digo que no es importante PORQUE NO LO ES.

No empiecen a tildarme de misógino, homófobo o demás. Primero, porque sería raro y tremendamente fascista un casi-bisexual atacando a la comunidad LGBT. Y si digo
bi es porque es el termino mas elemental y obvio. En realidad, no me considero ni uno ni otro (o como diria Alex, ni los buñuelos ni las conchas). Antes que nada, antes que artista, hijo, hermano, novio, padre, suicida o chingamadres, soy un ser humano. Y para mi no hay distinción alguna entre hombres y mujeres, excepto esos caprichos fisiológicos que Gobo nos puso entre las piernas. Para mi, cualquier ser humano, en lo mas primario y medular, es valioso y único, con tanto que aportar, crear y destruir como los billones que han poblado el planeta. Ser gay, lesbiana, hétero, transexual, bisexual, asexual, Pedro Almodovar no hace a nadie mejor o peor. No culpen a su libido, culpen a su conciencias. Son las personas por si mismas las que se convierten en ángeles o demonios.

Hace tiempo leí que a nadie debería importarle que haces con tu culo y polla (a menos, claro, que tu seas el benefactor de las mismas). Según yo, ni siquiera a tu familia, amigos y allegados. En mi particular, retorcido y anarco punto de vista, la orientación sexual de las personas puede definir, repito, una identidad, pero no una existencia. ¿Me explico? Es parte de tu persona, de la configuración básica sobre la que se construye un ser. Pero no mas que eso. En la mundana cotidianidad, es una definición tan importante como preferir chocolate o vainilla, Porsche o Lamborgini, Pink Floyd o King Crimson.

No puedo decir que me siento orgulloso y feliz de lo que soy: en cuestionarios, al leer las opciones
masculino y femenino, siento el impulso de garabatear me-importa-un-pimiento, porque así es. (Mi amado) Sartré escribió: “la libertad se termina donde empieza la de los demás”, y se merece mis aplausos. Pero si, si puedo comprender la homofobia y la ignorancia; los seres humanos estamos en este mundo no para otra cosa que destruir al primero que saque la cabeza del hoyo. Asi ha sido desde el principio de los tiempos, asi será hasta el último suspiro. Lo que no puedo entender son los motivos. Siendo honesto, y sin atacar a nadie, los homófobos no pueden presumir de una notable inteligencia. Por lo menos no del tipo que te permite coexistir con otros. En estos días plagados de ataques, debates, Esteban Arce, Paquita y sus variantes, los argumentos van a la alza. Estoy hasta la madre de leer “la naturaleza es sabia”. Estoy hasta la madre de escuchar “se crearon hombre y mujer, nada mas”. Aún peor, no soporto el manido “dios nos hizo a su imagen y semejanza, nos creo masculino y femenino”.

¿Por qué citan a la Naturaleza con tan pobre criterio? ¿Por qué recurren a las facultades divinos del dios que veneren con tanta idiotez? No me opongo a las creencias religiosas: como dice mi madre, necesitamos algo en que creer. Pero si no puedes hacerlo con el suficiente criterio para distinguir lo positivo de lo negativo, ni la poca estupidez para juzgar porque te dibujas una cruz de cinzas en el rostro o sacrificas un cordero a golpes, entonces es tan valido como creer en el hada de los dientes y la isla de
Lost.

Los seres humanos, y tristemente en especifico, los mexicanos (en que bendito país me tocó nacer), tienen miedo de la razón. Eso puede explicar las religiones (
vox populi, vox dei), el feudalismo, las guerras, los amores efímeros y resquebrajados. Si nuestros antepasados hubiesen ahondado en su infinita capacidad de pensamiento, en ese recoveco impávido y desconocido, probablemente este mundo sería tan perfecto que Tomas Moro se tragaría sus palabras. La cosa es que no es así. Y me encuentro con una sociedad donde lo mas sensato y racional es correr a las faldas de Madre Naturaleza y Papi Dios, balbucear frases aprendidas de un viejo librito de catecismo y monografias anticuadas, y dar por zanjado el asunto, excusándose con educación y buenas costumbres a lo que Artaud llamaría “la búsqueda de la fecalidad”.

Dicho esto, vuelvo al bueno (buenazo) de Ricky Martin. Desde que salió del closet (¿y quien coño habrá inventado eso?) solo he leído dos cosas: o felicitaciones, o sarcasmos. O
“felicidades, que bueno que eres feliz y libre”, o “no mames, ya se le notaba”. Cosa rara, al parecer los gays emiten alguna onda infrasónica o un aroma que permite identificarnos como a un sismo o un caldo de pollo... Ejem, prosigo.

Ignorando el hecho de que el mal sarcasmo se atribuye a un pensamiento cognitivo muy escaso y la fiebre de tweets en el mundo, me parece que sus declaraciones son innecesarias, descaradas y absurdas. No quiero llevar la contra y creerme dizque revolucionario, pero sacar tu sexualidad a la luz en el bajón de tu carrera, cuando los medios no te pelan, y siendo padre adoptivo cuando el debate de los derechos homoparentales esta en la palestra, es a lo menos curioso, no digamos oportunista de tajo. ¿O es que alguien ha hablado de otra cosa? Las últimas semanas pueden resumirse en
Ricky Martin, Paulette, y Renaut. Para bien o mal, todos hemos hablado de Ricky, y a estas alturas, cuando ya es lo bastante viejo, cansino y parloteado para levantar masas, ya le importa una mierda si pronuncian su nombre para un voodoo. Lo importante es que lo pronuncien.

Muchos han dicho que este es un gran paso para la aceptación de muchos homosexuales que siguen enclosetados (neta, ¿quien se inventó eso?). Supongo que lo atribuyen a su status social, su sex appeal o el pegue que tiene entre las mujeres maduras. Pero yo no he visto ni papa de esa aceptación, la reivindicación de nuestro lugar como seres humanos llevando
The Cup of Life por estandarte. Eso no funciona, por lo menos no en el mercado latino. Una familia no aceptará a su crio o cria de quince años con el argumento o lejana disección de “pero Ricky Martin también es gay”. Pienso en infinidad de personajes que han salido del closet, y no puedo mencionar uno que realmente hiciese una diferencia sustancial en el reconocimiento de nuestra identidad sexual.

Solo he leído burlas socarronas y ataques, chistes gloriosos que no dejan de ser aberrantes, y lo peor, mocosos que se cuelgan de su fama instantánea para desfilar por los programetes del corazón. ¿Alguien escuchó antes de Pablo Ruiz? ¿Adolfo Cubas? ¿Juan Castro? Parece que ahora ser gay esta de moda, es lo mas chic del momento. Porque, ¡claro!, una sociedad embebida del debate sobre las monstruosidades de los maricas no puede menos que poner sus colmillos y reflectores sobre aquel que anexe “homosexual” a la carta de presentación en el momento justo. Ya lo dijo Susana Moscatel, ahora Ricky será presentado como
“el cantante homosexual, interprete de Livin' la Vida Loca, y no olvides que es gay, gay...” Quien sabe si el esperaba semejante harem con sus “fuertes” declaraciones, pero de que lo googlean, lo googlean.

Pongámonos objetivos, ¿que hay de útil en clamar a los cuatro vientos para cual lado tiras? Basicamente, de nada. Yo no creo que su música cambie remotamente a la que hizo hace quince años, hace diez, hace cinco solo por aceptarse homo. Tampoco creo que vaya a follar mejor, o a dormir mejor, o a comer mas rico; chance y se gana una que otra pareja de una porción, pero nada mas. En cambio, ahora aparecerá en desfiles LGBT, en costosas sesiones de fotos con sus dos pequeños, voceará en la ONU a favor del arcoíris... Caray, capaz y se echa
Over the Rainbow en el proximo mundial (¿no dejaran de contratarlo, o si?). Lo que me cabrea es que, antes de ser gay oficial, no hizo ni pepa por la lucha, por detener actos violentos, por criticar las vejaciones contra las emociones per se. Ahora, me apuesto un brazo a que se convierte en la Valerie Solanaz de los jotos (como le (nos) llaman en los diarios de opinión).

Antes de salir del closet, seguía siendo
El Cantante, El Interprete, El Galán.. Ahora, solo es El Gay. Y no creo que a nadie mas que a el mismo debiera importarle las pollas y culos que pasen sobre sus carísimas sabanas. Importante, no es.

(arriba) Love, Hate, Bigotry, Fear & Desire, de Reno Ranger.