happy new year... y esa cala.


Amo el año nuevo. Neta. Pero odio, detesto, sulfuro, me cagan los deseos de año nuevo. “Te deseo un año prospero y lleno de bienestar y salud para ti y tus seres queridos...", bah, que domesticado. El resto del año, perfecto si te jodes, si te muerde un vampiro o te aplasta un piano. No tengo credito para llamarte ni una mirada en que envolverte. Lo importante es llevar la en paz el 31 de diciembre, comernos las uvas, y volver a la miseria colectiva.

¿Por qué empezamos a besarnos el trasero por los triunfos de mañana? Sera que estoy muy a gusto sumergido en mis recuerdos, en repasar como una vieja cinta de gramofono mis recuerdos de tiempos mas lucidos y elementales. El futuro... ok, parafraseemos al Doc Brown, y recordemos que el futuro es esa cosa que te sale de la nariz: tu mismo lo creas, diseñas, perfeccionas y patentas. Asi que, teoricamente, estas depositando tus buenos deseos en el vacio.

No, no soy pesimista. De hecho, es el momento del año en que soy menos hijodeperra, me llevo bien con todos y mis dosis de amargo humor negro están diluidas en anfetaminas. Y me emociono. Porque, por sobre todo, me encanta dejar las cosas atrás, terminar y finiquitar ciclos, cercos y novedades. Me gusta dejarlos ir, y quedarme con los recuerdos. Porque en la memoria se esconde lo que somos, el nectar y lo mas podrido, el iris de lo que vendra si estamos en el sitio y lugar correcto.

Asi que no voy a desearte un “japiniullir” ni un Adeste Fidelles malhabido.

En vez de eso, te deseo un año lleno de tu propia basura, de tus propios rencores, demonios y tristezas, mal sexo, inversiones y rock n'roll. Pero tuyos. Y deseo que, el 31 de diciembre del 2010, gires el rostro y encuentres un montón de recuerdos límpidos, imborrables e irrepetibles, de esos que no se desean, sino que nacen.


Ahora, he aquí el japinuillir a lo Tori Amos. Brutal, como un suspiro antes de la asfixia:


El japiniullir a lo
ABBA. ¡Soltaos las melenas, sacad los pañuelos azules, amiguis!


El japiniullir a lo
Metallica. Nada que ver, pero amo esta película y... Lars es homicida.


El japiniullir a lo
John Lennon. Chupatela, Tony Camargo.


El japiniullir a lo
Tony Camargo. Inmejorable. Chupatela, Manzanero.


El japiniullir a lo
Maureen McGovern. Looser el que no la aguante.


...gozen, druguitos, la vie en rose.

de drags infantiles, de Matt Bellamy...


Dulce
(mi rubia hermana de hilarantes primaveras) y mi primo Marcos (risueño chaval de sonoras narices) jugando Adivina Quién:

Dulce: "tu personaje... ¿es hombre?"
Marcos: "no."
Dulce: "mmm... tu personaje... ¿es mujer?"
Marcos: "no."
Dulce (atónita): "¿entonces...?"
Yess: "cojones..."

Tenia como 56 respuestas gráficas diferentes (
Bowie, dios, Anna-Varney, Belen Estebán, un poltergaist, Jim Jarmusch, Adam Lambert, Disco Stu, yo...) pero no quiero joderlos antes de cumplir los 11.

Después... bueno, la vida loca.


p.d.01: acabo de enterarme: Muse-viene-a-México en abril del 2010 (obviamente). Vivo o muerto, seguro me encontraran allí: sere el pendejo con un ovni en la cabeza y atavios irónicos que pedirá Knights of Cydonia como un casto a la puta (amén).


p.d.02: un dia para el 2010.
Los que viajen en cruceros setenteros, mis condolencias.

las cosas que NO hice en el 2009


01: montar una jirafa.
02: comprar un té Arizona.
03: comprarle un té Arizona a una jirafa.
04: escuchar un disco completo de Sonic Youth.
05: escupir desde un auto en movimiento.
06: saltar de dicho auto en movimiento.
07: asaltar a una abuelita.
08: audicionar para Me Quiero Enamorar.
09: leer un manga.
10: cortarme un huevo (fiuuu).
11: terminar de leer a Nietzche (siempre quedo a la mitad).
12: ir al concierto de Placebo (fuck).
13: poner a san Antonio de cabeza.
14: ser arrestado.
15: inventar un nuevo alimento (a menos que los sabritones con chocolate se consideren comestibles).
16: subir a un taxi del estado de México.
17: encontrarle chiste al OK Computer de Radiohead.
18: conseguir un trabajo (decente).
19: ir al concierto de Mew (fuuuck).
20: memorizar un poema de Pablo Neruda.
21: tocar todos los capricces de Paganini.
22: dispararle a un zombie.
23: dispararle a un evangelista.
24: dispararle a un zombie evangelista.
25: morrearme a Melissa.
26: espiar en un baño publico cual Porkys.
27: contagiarme de una enfermedad venérea.
28: bailar perreo.
29: hacer mi maratón palomero dedicado a Kieslowski.
30: ir al concierto de Emilie Autumn (FUCK! FUCK!).
31: llamar al 911.
32: usar tacones en una fiesta de alcurnia.
33: poner acentos al 60% de las estupideces que escribo.
34: cambiar los pañales a un koala bebe.
35: hacer un graffiti cool (el único que hice fue decepcionante).
36: subir a la linea amarilla del metro.
37: ordeñar una serpiente.
38: golpear a Hugo Chavez con un molcajete.
39: prenderle fuego a una botarga.
40: posar desnudo para un psicópata.
41: bailar She Wolf de Shakira (con cada “auu” en forma).
42: aprender a preparar un Manhattan.
43: llevar una serenata con mariachis a una jovenzuela de cascos ligeros.
44: terminar mi novela hijadeputa.
45: teñirme el cabello de rubio.
46: jugar en la Sub-17.
47: donar a UNICEF para ayudar a los niños en Burundi.
48: asistir a un bar mitzbah en pijama.
49: jugar en un PlayStation 3.
50: dejar de mordisquearme la piel alrededor de las uñas.
Al principio serian 35 cosas que hicieron genial mi 2009, solo porque el 35 es mi numero favorito. Pero estoy tan frustrado, que tuve que exorcizarme hasta el cincuenta. Ademas los deseos irrealizados son mas guay.

Y tu, ¿que NO hicisteis este primoroso 2009?
(arriba, los Kings Of Leon y mi canción favorita de los chicos Folowill. Gozad.)

los viajeros de la noche.

Acabo de ver Near Dark, de Kathryn Bigelow, tronchada ex de James Cameron adicta a la testosterona. La mujer sabe lo que hace, y en este ochentero film se apunta un road-trip de vampiros que, restando el ñoño principio, el esnobísimo final, y al gilipollas Andres Pasdar, es una interesante revisión al cine vampírico.

Caleb es un guapo vaquerillo de Oklahoma, que cae en los encantos de Mae, misteriosa y porcelanica doncella aterrada por el amanecer y los caballos. Tras el incipiente cachondeo, Caleb pide un beso a la chica, y recibe una feroz y aprovechada mordida en el cuello. Esa es mujer (sic). Eventualmente, es secuestrado por la panda de amigos de Mae, un variopinto clan de chupasangres inmortales que han convertido el ansia de supervivencia en un goce sádico al que Caleb debe entrar en siete noches si quiere seguir vivo.


Bill Paxton es el vampiro mas guay de semejante quilombo, un motherfucker cruento, psicopata y sanguinario, cual alter-ego dark de Alex DeLarge. Jenny Wright aporta miradas y tetas, un goce en cada toma donde se aparece. Lance Henriksen la tiene fácil como el viejo sabio y enigmático, pero no deja de ser impactante. Andres Pasdar... bueno, es Andres Pasdar, y no deje de creer que era Jake Gyllenhaal en Brokeback Mountain gore.

Compensando las lagunas del guión, la edición excesiva, y un soundtrack francamente asqueroso, sobresale la seguridad con que Bigelow afronta su historia; en un mundo donde las mujeres cineastas son contadas, ella se impone como la única y mejor directora de acción posible. Mas alla de las exigencias de la industria, Bigelow se da tiempo para contar un amor imposible a la vieja usanza, reinventando el pendejo lirismo romántico de atardeceres y florecitas (
véase esa gloriosa toma con Caleb alimentándose de Mae a la contraluz de una refinería), y cogiendo los suficientes elementos del western para crear un film intensamente americano y personal.


Como dije antes, lo destacado del metraje comienza a los 15 minutos: tras la terrible presentación que obligaría a cualquiera a echarla a la mierda, el film deposita su fuerza en la atmosfera oscura y pesada, en la veloz conversión de Caleb a un monstruo que no puede llegar a serlo, en las cacerías nocturnas del clan filmadas con una maestria apabullante. La escena del bar, con todo para ser tipica pelea de cantina, es sublime y trepidante, apeas unos diálogos genialmente esbozados por Paxton, y el constante, sempiterno juego de indiferencia y sadismo que quizas podría haberse superado con un poco mas de psique.

Pero el juego se sostiene casi plenamente en Bigelow y sus tomas correctas, sus guiños correctos, sus vueltas de tuerca correctas, y no lo deja car hasta los últimos 15 minutos: insulsos, bobalicones y condescendientes minutos en que pretende cerrar el viaje de autodescubrimiento de Caleb con pésimos resultados, convirtiéndolo en un héroe inútil, con caminata heroica tras explosión incluida. No conforme, transforma a su reparto en una panda de idiotas sin proposito, y el valor gótico ganado durante la hora previo se deshace tan pronto como un hielo al sol. Peor aun, con todo para firmar un final apoteósico a lo
Terminator, Kathryn se va por el camino fácil, con una insufrible toma final en la que, inevitable, los buenos triunfan sobre los malos, y el amor triunfa sobre toda la pop y adversidad y matanza desenfrenada del rato pasado.


No tanto, digamos, al nivel de la potentísima The Hunger (¿Deneuve?, ¿Bowie?, ¿Bauhaus?), pero en cualquier forma Near Dark es una brillante, gozosa y tenebrosa adición al mito. Mas que necesaria en estos tiempos donde los “vampiros” son jotos, guapos, inflamables, asoleados y gentiles. La Meyer debería aprenderle algo a Bigelow: la oscuridad, querida, debe ser grande y despiadada.


jingle bells

martes 22, pachanga en casa de Susan. Bueno, casi: la damita va para monja (la hermana Discreción ha acampado en su patio por meses), y no hubo alcoholes en toda regla. Ademas, teníamos menores de edad (neta, neta). Como sea, fue genial: la gente bonita de la clase se juntó para echar mierda sobre Miranda, burlarnos de los SMS en el móvil de los demás, discutir en rededor del sinsentido del tetrapak y echar un gajo de desmadre antes de la ampulosa sobriedad de las fiestas familiares.

Susan y yo pasamos al Gual-Mar. A los descarriados que no han asistido a su tienda de confianza, sepan que es como entrar a la fabrica de Willy Wonka en un ataque bacteriológico. Nunca creí que el cliche de las compras-orgias decembrinas fuera cierto, y no quiero ser el desgraciado conserje que haga el recuento de los daños. Compramos hojaldras, mucho atún, dos discos chafas de Bach en 38 pesos, y demás curiosidades. Gorditas cínicas y varias filas de 20 artículos después, me hice con dos Speed Stick que me hacían falta. En serio, druguitos: no saben lo que es vivir con Teen Spirit para dama por una semana.

Acto seguido, robe sabritas en una tienda, envolvi pianos de juguete, destroce una digna decoración de guirnaldas, me bebi una Tecate a escondidas. Elena nos obligó a tocar un par de conciertos. Mi afinación, en el trasero de Satanas. Y vean esto:


Somos taaan divinos que nuestro enclenque arbolito fue... un cello. Yeah.
Lo que alguien con imaginación puede hacer con poco presupuesto (si no reconoces la frase, sal del blog inmediatamente).

Después, cita a las maquinitas. Desde los trece años, no ponía pie en un (pudico) local de pecado. Era un gusto culpable que me daba con mis amigos de secundaria, cuando el dinero sobraba, los morreos escaseaban y no teníamos nada que sufrir sino una mala nota o una golpiza en el receso. Me senti muy infantil repasando los premios en el mostrador, dedicando miradas emotivas a los cocodrilos panzones, lamentándome por enésima no aprender a bailar frente a la pantallita. Después, el hockey de mesa, única cualidad deportiva de la cual puedo enaltecerme. Por primera vez desde los siete años, fui masacrado, madreado, hecho cala. Bueno, paso al jamas ex novio de Sue, militar taciturno cual Taylor Lautner con sabor mexicano... ¿pero las chicas, eh? No, no, no soy misógino: las chicas son pésimas en el hockey de mesa (lo dice el polisexual condescendiente).

Tras el chutazo contra vuestro servidor, le tocó a mi violín:
fuck off, and die. Creo que mi alma se puso a gimotear cuando lo escuche reverberar sobre el mosaico. Apenas unos rasguños, pero su sonido... bueno, ahora sueno a Vanessa Mae borracha y malcogida. Y es que no sere el mejor violinista de America, pero le tengo un enorme cariño. Hasta que Miranda regrese de Italia, soy una papa sin catsup.

Anyway, hoy no estuve de humor para ponerme formal. La cena familiar, bien, pasable. Comimos pescado, y no me aburrí tan mortalmente como siempre, quiza porque la selección musical quedo a mi cargo. Entre las joyitas:


La expresión de mi adormilado padre con las primeras notas no tiene precio.

p.d: debí decir “merri crismaz!!” desde hace rato... pero olvide que soy un ateo divertido. So...
merri crismaz atrasada!!

the crack inside your fucking heart is me.

Dormi hasta las 16:00. Di vueltas en la cama y regateé con Morfeo hasta las 20:00. Según mi madre, tengo el sueño limpio: “no es lo mismo que el de un vagabundo, un alcohólico o un drogo”. Va, sigo con mis tacos. Lastima que lo que sobre sea suciedad en mis noches... y no, no soy sexualmente sarcástico.

La ultima vez, soñé con Marilyn Manson. De alguna extraña forma, un chico de cabello arenoso a quien conocía de toda la vida y cuyo nombre olvidaba, conseguía que el reverendo se interesase en mi trabajo como diseñador gigaamateur. Me ponía feliz, me ensanchaba una sonrisa idiota en el rostro, repasaba y escupía sobre mis fotos sin sentido y mis plastas digitales.

Teníamos un desayuno a las 11 de la mañana (cosa rara, desayune con Susan y Elena a esa hora el dia siguiente). Sin saber como cojones, termine corriendo por la ciudad buscando partituras para Miranda. Fuck. Telefoneaba al chico de cabello arenoso, y decía con hilo de voz que llegaría tarde. Contestaba, con voz propia de Samara Morgan, que me esperaria. El maratón seguia. Me recuerdo cargando un enorme contrabajo por el Centro. Me recuerdo sorteando taxis neoyorquinos y mentando madres a guapas y patéticas concertistas. Recuerdo, con todos sus arrobados detalles, a Miranda, dedicándome un gesto burlón.

Volvia a correr. Mi cerebro puso fastmotion, y en un parpadeo estaba en una soleada y fresca placita sospechosamente parisina. Solo faltaba un gordo con acordeón. El chico de cabello arenoso me recibía con una calma sonrisa, y una playera que me gustaba. Entre suplicas y mentadasdobles, preguntaba por Manson.
“Se retrasó” decía, “llega a la una”. Bien, comeré cala. Recuerdo a mi ex-ex-ex, o tal vez fuera Susan, sentada a mi lado. Ellos parlaban sin cesar. Yo tamborileaba los dedos sobre un portafolio negro, de esos que siempre he querido tener. Como en todos mis sueños, las personas se borroneaban alrededor, como si llevase as pupilas empañadas. En mis sueños, solo puedo enfocar en primer plano, creo.

Manson llegaba. El rostro embadurnado de maquillaje a lo
Antonella Arismendi. Y era rubio, con ojos vidriosos, fatiga permanente. Le saludaba con un apretón, y me sentia electrificado. La misma sensación de pajearme escuchando Tourniquet. El chico de cabello arenoso y la chica indefinida lo palmeaban. Supongo que discutimos sobre mis fotos, y que en algún momento solte un “Brian, eres la razón por la que mi mundo es una maravillosa y estudiada porquería” o “cantame The Speed Of Pain, maestro”. Pero no lo recuerdo. Por milagro apenas recuerdo ese sueño.

Corte a: lo que debía ser un edificio. Lo veo idéntico a esa casa donde se hospeda Brunilda en una novela de Kafka. Gris y empolvado, y obligadamente parisino. Había gente, mucha gente, atestados en una estrecha escalera. Debíamos estar en la segunda o tercera planta, porque la escalera seguia hacia abajo. Y había mas gente, dispersos en un patio húmedo. Follaban, o fumaban, o leían enormes diarios. Yo queria follar, follar bien, o fumar, o leer. Pero estaba atrapado en el descanso de la derruida escalera, adherido a la pared desconchada.

Manson se sentaba unos escalones sobre mi; el chico arenoso morreaba con otro chico arenoso a mi lado. Pensaba en Homero Simpson besando a su clon, y me reia. Manson esbozaba lo que se pretendia una carcajada, pero no la terminaba. Sabia que jugueteaba con una de mis fotografias entre los dedos, pero no podia verla. Mis sueños suelen ser como películas retorcidas, y aquel era un plano dijo que me estaba jodiendo.

“Empiezo una gira el próximo año... ¿te gusta? Tori Amos me abrira los conciertos... ¿te gusta Tori Amos?” Seguramente estallaba en hosannas y demás, pero tampoco lo recuerdo. Recuerdo al otro chico arenoso metiendo un porro en mi boca. Me recuerdo asentir con la cabeza. Recuerdo al primer chico arenoso prendiéndole fuego. Recuerdo el leve bullicio en la escalera. Recuerdo que algo, una figura liquida y negra, apareceria en cualquier momento. Y nadie sabia como esperarla. Nadie sabia como recibirla. Pero sabían quien era. Y yo, estupidamente, me preguntaba quien, acaso Tori, acaso Marty McFly, acaso yo. El reverendo quizas leia mi cabeza, y su expresión indescifrable se disolvía en negro. Yo me disolvía en negro, y alguien me truncaba los créditos finales.

Mataria por dias como ese. Lastima que solo exista suciedad en mis noches.



nota mental: le debo un post a Have a Nice Life.

"so, i'm on fire"

Hoy fue un dia perfecto.

Y si no, uno desquiciadamente genial. Memorable. De huevos. De esos que escribiría para la biopic de mi mugroso existir. Seis meses de flotar entre lo onírico y lo asfixiante, y hoy, justo hoy, fue la hostia. Tuve mi momento Sandra Bullock, y también mi rato brechtiano. Si. Hoy fue un dia perfecto.

Todo y todos aquellos antes y después de mi, antes y después de este instante a modo consumtum est, a los insulsos, los simplones y mojigatos...

“so you don't wanna ear
about my good day?”


Gracias, Amanda. Gracias, cari. Si, si, si.


p.d.01: por fin agarre vuelo, y tuve el humor para acabar las ultimas 50 paginas de Duma Key, de Stephen King. Pulida y sensible reflexión en torno a la soledad y las aristas del Arte, con sus buenos personajes en caleidoscopio y pasajes de belleza incalculable... todo bien, hasta que las gemelas diabólicas y los malos imitadores de Pinhead aparecen. Con todo eso, aún mola, y con ganas. Agrego las excavadoras y los pinceles a mi colección de fobias estúpidas.


p.d.02: en el feisbuc de su servidor:

FrasesdeFacebook:voi a omitir lo que me salio en la aplicacion.. hasta que me salga una bien padre y que le caiga el saco le pongo publicar!
Yess (sarcástico): “chale... yo hago eso.”
Melissa: “¡yo también! Esa frase salió después de omitir muchas, jaja...”

Por eso la Skynet estaba tan cabreada.

¿donde esta Sarah Connor?

James Cameron + blockbuster archimillonario + cancioncita romántica + cantante de medio pelo + good taste is dead = ...no, no es Titanic.


De veras, no es de
Titanic. Es el theme de Avatar, lo nuevo de James Cameron... que no, joder, no es la insufrible y odiosa My Heart Will Go On. Ahora canta Leona Lewis (cuyo nombre nadie recordara después de esto), y, si Chuck quiere, invadirá todas las radios, ascensores, bodas, politonos y bailables de XV años en la faz terrestre con esta cosa...

Pero no, no me malinterpreten. Me muero por ver
Avatar. Este viernes me plantare solo o mal acompañado, ebrio o resacoso, en el mejor cine que encuentre, me aplastare con varias libras de calorias envasadas, y gozaré Pocahontas meets Pitufina, todo ello por dos simples razones: estoy hasta el culo de Titanic, y Cameron es un autentico dios del sci-fi, véase Terminator o Aliens.

moraleja: empiezo a extrañar a Céline Dion. Tenía pechonalidad...

barra de carbón...!!

Un tal Massimo Tartaglia (cual David Chapman chulísimo), golpeó con una estatua de yeso a nuestro amigo Silvio Berlusconi (cachondo ministro italiano de genes pamboleros), que literalmente no la vio venir, pero si la vio llegar.

El buen Silvio me cae bien. Es como Bruce Wayne, pero mas empastado. Aun asi, no niego que se merecia una buena partida de madre, o bien
“La rotura d'il hocicco”.

"Yo no soy nadie" clamó Tartaglia, al inicio de su lento suicidio globalizado. También la vera llegar... y no tiene idea de como.


moraleja: la próxima vez, que sea Hugo Chavez. Y usen un molcajete, druguitos.

i never realised the lengths I'd have to go...

Estragon: "¿Y si nos separásemos? Quizá sería lo mejor."
Vladimir: "Nos ahorcaremos mañana. (Pausa) A menos que venga Godot."
Estragon: "¿Y si viene?"
Vladimir: "Nos habremos salvado."

(Vladimir se quita el sombrero -el de Lucky-, mira el interior, pasa la mano por dentro, se lo sacude, se lo cala.)

Estragon: "¿Qué? ¿No vamos?"
Vladimir: "Súbete los pantalones."
Estragon: "¿Cómo?"
Vladimir: "Súbete los pantalones."
Estragon: "¿Que me quite los pantalones?"
Vladimir: "Súbete los pantalones."
Estragon: "Ah, sí, es cierto."

(Se sube los pantalones. Silencio.)

Vladimir: "¿Qué? ¿Nos vamos?"
Estragon: "Vamonos."

(No se mueven.)

Samuel Beckett, "Waiting For Godot"


Vaya finde de mierda.
Y me pregunto: ¿y si llegara Godot...? Después de culearlo, le cantaría...


Acto seguido, se terminaría el cigarro, y me quedaría carcajeando a lo Donnie Darko, esperando a la Skynet, Chuck Norris, Achmed, o cualquier otro a quién culpar.
Vaya finde de mierda.

heaven can wait...

Por la mañana, concierto de mi diosa, mi musa, mi inspiración, my own religion, Tori Amos. Si, exagerado, pero la mujer me parece la artista mas grande, grossa y potente del mundo. Ahora bien, eso no le quita lo desgraciada: ¿ni un solo conciertito en México? ¿ni un solo “buenas tardes, Mecsicou” en toda su crappy carrera? Es para una golpiza diaria. Y aun asi, la adoro. Su música es mi vida, el score de mis segundos, y por tanto, hasta un concierto por internet se agradece.

A las 14:00, salí patinando del baño, tropecé en las escaleras, el cabello mojado me jugó una mala culeada. Pero, por fin, pude plantarme ante mi ahora bendito monitor widescreen con la boca abierta a ver a la señora Amos saltar de un piano a otro (juro que jamás creí que eso fuera posible), cantar el
“fuck” mas bello de todos los tiempos, improvisar, patalear y retocarse el lipgloss con esa teatralidad digna de una maestra. Me quedó a deber Winter's Carol, Spark, Caught A Lite Sneeze... pero obsequió un Bells For Her mas ethereal, armonioso y entrañable, y la inusitada y agradecida Girl. Remítanse a mi feisbuc para leer mis incontables y divertidas reacciones... memorable será mi “fucking bad english lessons!” antes de la interviu post-toquín.

Por la tarde, clase de violin (
“no tengo humor de aguantarlos hoy, joto”). Por la noche, concierto navideño de la Orquesta Sinfónica en el Palacio Nacional (la White House chilanga). Y estoy molido. Para un adolescente cuyo aspecto usual es el de un vagabundo feliniano, llevar ropa planchada, cabello engomado y zapatos es como sacar un pez del agua. A las 22:00, caminaba por Cinco de Mayo en calcetines, gritando maldiciones en multiples idiomas, clamándome borracho y polisexual a voz en cuello, y quizá fue la razón por la que ningún taxi se detenía a por nosotros.

Dejaré el resto para mañana. Estoy molido. Y tengo esta canción colgada en las neuronas desde hace dias. La Gainsbourg, por fin, sabe volar... y muy, muy bien.

“she's hiding, she's hiding /
on a battleship of baggage and bones...”


El cielo puede esperar. Venga, que el infierno son los demás.

amarlo duele...

Adoro a Michael Haneke. Y no lo digo en sentido figurado. Lo adoro. Antes de descubrirlo, ninguna película había removido de tal forma mis entrañas; ningún fotograma había congelado mi sangre, ninguna secuencia me había obligado a cuestionar seriamente lo putrefactos que somos como seres espectadores, y aun mas aterrador, como seres humanos. Me cago en quienes digan que es pretencioso, mamón y que no sabe hacer finales decentes: no existe nadie que quede fresco y de buenas después de la madriza emocional que el genio alemán deposita sobre su humilde y civilizada persona.

Ergo, me encanta
La Pianiste. Y si algo me encanta todavia mas es hablar sobre esa joya... considérese (x) a todos, TODOS aquellos quienes escuchan esa película de mi boca, sin excepción.

(x): "que si, que no, el magialacachimba..."
Yess: "¿sabes? Hay una película francesa llamada La Pianista..."
(x): "¿que no es El Pianista?"
Yess: "emmm... no, también hay La Pianista, de Michael Haneke."
(x): "…"
Yess: "Isabelle Huppert."
(x): "…"
Yess: "Chopin..."
(x): "ay, no sé, pero El Pianista me hizo llorar, esta buenísima."

No tengo nada contra
The Pianist (a pesar de que envejece bastante, bastante mal), y a Polanski le beso los chacos hasta cansarme...
Pero, seamos realistas: esta única escena vale por esas tres horas de Adrien Brody lloriqueando y haciendo playback.


Ahora bien: este minuto final de metraje, la helada y ajena mirada de Huppert, esos tres cortes fijos de Haneke, valen por toda la historia del cine y las almas destrozadas... es el final-final, ¿eh?


Haneke firma tragedias exahumanas, y yo me dejo pisotear. Bendito sea.

p.d.01: en Tengo Boca y Debo Gritar (nombre mas bello...), el jefe Crowley inició un exhaustivo análisis sobre el buen Michael. Tomen asiento.

ejem... si... ando borrachita...!!


"no sé como reaccionar. Lo vi, y fue de esas veces que le pregunto a Dios sobre su existencia".
Memo, modesto dancer, bienamado de adorables descarrios


Dicen que si lo cantas tres veces seguidas, se te aparece el chamuco. Agarrate, Beyoncé, hundete, Chavela Vargas: Amapolita llegó para quedarse...
(ya, en serio, ¿que recontramierda es esto?)

la mala educación...

Alex (mozalbete Master Chief bajo en grasas) en el messenger de su servidor:

Alex: "me encanta mi nuevo avatar."
Yess: "wow! es cierto, mola!!"
Alex: "como?"
Yess: "mola."
Alex: "…no entiendo."
Yess: "¬¬... rifa, se la saca, se la pela..."
Alex: "eeh?"
Yess: "...y no lo entiendes"
Alex: "esa palabra no esta en mi diccionario"
Yess: "ok... significa que es genial"
Alex: "oh, vaya... jajaja..."

(interludio)

Alex: "pareces mas español que mexicano..."

Y no me has visto toreando, pibe... ¡bang!

all you need is love... or not?


Hace 29 años, minutos mas, minutos menos, el mundo no estaba tan sumergido en la mierda. Incluso podría decirse que nuestros jóvenes ancestros lo pasaban guay, con su LSD, sus Bauhaus, sus melenas desenvueltas, sus Roger “me-la-pelan” Waters derribando muros, sus ficheras y sus buenos chistes. Todavia mejor, conocían el significado de escuchar. Aguzaban el oído bajo las metrallas y la mojigatería, y al adivinar nuevas voces para armar, el resto era pie de pagina. Las voces se preciaban de serlo, y había algunas que se despachaban la mugre y lo sabihondo, y entonces sabían, en ese irónico 1980, que no todo estaba perdido.

Hace 29 años, exactamente, el mundo volvia a descubrir el sabor de la mierda. Un tipo de estatura mediana, gafas de pasta, sonrisa escueta y cojones de billetes en los bolsillos entraba a su palacio. Colgada de su brazo, la princesa que todos toman por furcia. Solía cantarle a las tonterias de siempre, el amor, las coquetas, los hilarantes y la vejez, con la suficiente garra. Y solía escribir, escribir con la suficiente garra para que
“she loves you, yeahyeahyeah” sonara como los diez mandamientos.

Hace 29 años, poco mas, poco menos,la triste sombra de Holden Caulfield vomitaba cinco disparos. Uno, dos tres,
“baby, shot me down”. El príncipe caia abatido. Un par de gafas ensangrentadas para la historia, una sonrisa machacada para el recuerdo, Salinger revolcándose en su lecho. Zeus pudo ser piadoso, y regalarle una ultima tonada, por eso de los finales heroicos. Pero el príncipe callo demasiado pronto, cayo como el gélido epilogo de ese irónico 1980.

Rezar por el sexo y la gloria, creer en los buenos amaneceres fue su inmaculado crimen, quiza. Grave error. Los soñadores no pueden vivir sobre la mierda. Para eso están los cielos de diamantes.


Hosannas a sir John Lennon.
Y a todos aquellos que aun no han perdido las alas.

p.d.01: arriba, John y Yoko, fotografiados ese 8 de diciembre por la gran Annie Leibovitz. Lagrimita asegurada.

je t'aime... moi non plus


Acabo de escuchar el nuevo album de Charlotte Gainsbourg,
IRM. El anterior, 5:55, no me convenció mucho: ni Air ni Neil Hammon me sacaron de la cabeza que fuese una colección de temas decentes pero demasiado softs, de pop muy liviano para un empaque tan boludo y genial.

Pero al parecer, este fue el año de la bella, bella Charlotte: lograr una de las
maximas actuaciones de la década a las ordenes de un desgraciado como Lars von Trier, ganar un premio a mejor actriz en Cannes (zorra...), y lanzar un disco bendecido por Beck... bueee, digno de antologia.

El
IRM mola, y muchísimo. Es denso, oscuro, eléctrico y emocional. Con numeritos como Heaven Can Wait o La Collectionneuse, la Gainsbourg ya puede sacudirse a Serge... (aunque, ¿alguien querría sacudirse a semejante macho?). El banquete, servido en su web.


p.d: una dama de sociedad, un rechoncho clon de Macario, la agreste Susan y su servidor, en clase de violín transmutada en Ventaneando underground:

Dama: "oye, m'ijo ¿eres gay?"
Macario: "este... no..."
Yess: "(¿que cojones...?)"
Dama: "si, si, ¿te gustan los niños, o verles allí abajo...?"
Macario: "no, señora... señorita."
Yess: "(¿QUE COJONES?)"
Dama: ahhh, bueno.
Yess (confundido): "¿y eso por qué?"
Dama: "ah, es que luego se habla de cada cosa en la clase. Y no quiero ofender a nadie, para que no me malinterpreten, mejor tengo cuidado."
Yess: "ah, ya..."
Susan: "entonces, se lo preguntas a todos..."
Dama: "no, no, nada mas a los hombres, las niñas no hacen eso ni lo dicen."
Susan: "(¿eeh?)"
Macario: "(no mames, debí quedarme en repostería.)"
Yess: "esto... je... a mi nunca me lo preguntaste."
Dama: "ah, no, m'ijo, tu nomas eres un pervertido... jojo, no te creas..."

nota mental: la mitad gay de Yess gozara el mete-saca en formato mea-culpa.
adjunto: la mitad hetero espantara a la dama con un desnudo artístico.
Todo sea por las buenas costumbres.

espantame, panteón...

Melani (psicotrónica gemela de fallidos amores) en el messenger de su servidor:

Melani: "cuando glaseamos la dona, manuel??"
Yess: "estoy comprometido, gemela buena"
Melani: "que? cuando nos comemos la torta, guapo??"
Yess: "..."
Melani: "y que? si quieres hacemos un trio"
Yess: "ehh... te tocaste donde te dije que no tocaras? estas ebria?"
Melani: "ebria de deseo!!!"
Yess: "=|..."
Melani: "solo te queria acosar, ajajaja"
Yess: "estas falta de atención, verdad?"

moraleja: si no son rubias, aléjense de las gemelas, druguitos. Y recuerden: se reproducen al contacto con el agua...

...Amélie, con pene y balaceada.

Jean-Pierre Jeunet (semi-dios fílmico mas francés que las papas) es capaz de convertir las historias mas simplonas en Cine en estado puro, de arrancar carcajadas sinceras de las situaciones mas desgarradoras y tremendamente irónicas. Entiendase Delicatessen, la bellísima y gloriosa Le fabuleux destin d'Amélie Poulain, la absurda pero entretenida Alien: Resurrection... El tipo es grosso.

Su nuevo film, Micmacs à tire-larigot, promete, y mucho. La misma belleza poética de su tierna hada citadina, mas francesa que las papas, los personajes hilarantes y genialmente trabajados, los diálogos minuciosos y cientificamente divertidos... todo el combo para contar la historia de Bazil, un tipo que, tras recibir un balazo en la cabeza, se chuta Kill Bill y todas las de Rosa Gloria Chagoyán, e inspirado, decide vengarse de los fabricantes de armas con la ayuda de sus amigos sin nada mejor que hacer.


Me cago en las distribuidoras, ya la busco en los pirtupir... ¡es Jeunet, joder!

"si dice 'hey', es lesbiana..."


Acabo de ver (500) Days Of Summer, de Marc Webb. Sigo a este caballero desde sus cojonudos videoclips para My Chemical Romance, Evanescence, P.O.D. y Snow Patrol, y, a excepción de una insana necedad por un gótico de risa, el tipo tiene talento. Otro buen pretexto es su participación en Sundance, sello de garantia para filmes particularmente ingeniosos (ya no digamos cuna de la monumentalísima Donnie Darko).

Le anuncian como una anti-chick flick, pero a mi se me antoja mas una chick flick alternativa para seres polineuronales, hartos de ver a Meg Ryan hasta en la sopa. Tom Hansen es un arquitecto frustrado que trabaja escribiendo tarjetas de ocasión, ingenuo creyente del amor a primera vista y los finales felices (looser!!). Summer Finn es la nueva secretaria del jefe, fémina de ojazos homicidas y gracia voluptuosa que no cree en el amor, en las etiquetas y toda esa cala (aprende, Julieta... idiota).

De alguna manera, ambos se lían en una extraña relación: el, creyendo que el universo ha conspirado para reunirlos; ella, gozando un morreo casual con el chico mas cool del mundo. ¿Ficción..? Es la vida real, damas y caballeros, contada con todos sus desnudos matices. Joseph Gordon-Levitt esta magnifico como el melancólico rey de los “solo amigos”, encantador por si solo, con un exquisito gusto musical y una hermanita freudiana que se roba cada escena. Zooey Descannel por fin se quitó la cara de fumetas, y es tan bella que hasta sus rodillas hacen suspirar.


Empleando una narrativa no-lineal acompañada por interludios casi experimentales (precioso el sutil homenaje a Bergman) no confunde como lo hace el pretencioso Iñarritu, se conduce con una fotografia tipica pero intimista, resaltando los juegos de camara sobre los cuerpos de sus protagonistas. Ingenio desternillante construido sobre un guión respetuoso y digno de Oscar, depositando todo el chiste en sus diálogos brillantes (el monologo de Tom en la junta de trabajo es una partida de madre al orgullo de los amorosos), siendo la comedia romántica mejor escrita que se haya visto en muchos años, y un retrato simple y tremendamente honesto sobre el amor contemporáneo, tan obsceno y anticuado como glacial y azaroso.

Estrellita al enooorme soundtrack: solo faltó Belle & Sebastian y la cuota dylanesca para ponerlo en un altar. Culeada sin amor el único pero para una película linda y nada pretenciosa: ¿quien tuvo los tamaños de ponerle a su hija Autumn? Summer pasó, tiene clase... ¿pero Autumn? ¿y como se llamaba la rubia de al lado, Winter?


p.d.01. El escalofriante numero musical de Gordon-Levitt por el parque vale el boleto. Aquella parejita que se atreva a gritar “pene” en el Zócalo cual posesos, me como sus calzones.

p.d.02. Mañana, mi recuento completo de las películas que me hicieron feliz todo noviembre. Sin censura y bajo en grasa. ¡Susan lo avala!

p.d.03. Hoy casi me mata un derrame cerebral auto-inducido. Así que no le hago justicia a esta preciosa movie como debería. En breve, mi veredicto elegante y mamón.

p.d.04. Tom hijodeputa, ¡tiene una playera de Love Will Tear Us Apart...!

"fuck off or die"

Mi maestro de violín es un hijodeputa, el damnass mas grande de la historia moderna. Adolf Hitler, Walt Disney, David Lee Roth y ahora el. Le llamo Miranda porque: a) uno de mis amigos se llama Marco, y b) Meryl Streep se queda corta con sus divertidas ocurrencias, entre las cuales destacan mandarme a recados y después cabrearse por hacerlos muy rápido (WTF?), culparme de perder dos Stradivarius y un ensayo con orquesta estando a kilómetros de distancia con el poder de mi mente (WTF?), y cargarme la pureza de su novia solo por ser “extraño” (WTF?). Un estuche de monerías, lo dicho.

Hace tres meses, eramos treinta mozalbetes en su aula. Después de un largo proceso de selección que nada le pide al Big Brother, quedamos tres chicas y un chico (o la mitad de uno) a sus siniestras ordenes. Todos los quejicas, depresivos y damas faltas de personalidad quedaron eliminados, con el orgullo herido y su sonrisa guasonesca grabada a fuego (Daniel le demandara por maltrato psicológico: te llaman, Laura Bozzo). Los únicos capaces de soportarlo (o en todo caso, cambiar las madrizas por pajas) tenemos el prospecto de un raro concierto de Vivaldi por delante, eso si el bueno de Miranda no considera que somos demasiado latinos para tocar una santísima cuerda.


Yess: “¿en serio...? ¿y la siguiente como se llama? ¿Mundet?” (¡chuletazo!)
Elena: “jajajaja... y también se bebe en navidad...”
Yess: “eso es sidra, tarada.”
Elena: “jajajaja... estoy muy confundida...”
Yess: “jurámelo por la virgen ¬¬”

Minutos después, la adorable jovencita habló cara a cara con una botella de Pepsi (“¡hola, señor refresco! ¡usted me ha tentado!”), ante la mirada estupefacta de una dependiente que no se decidia si reír, llorar o patearme los cojones.