el infierno son...


Hoy iba a hacer espacio entre la mucha basura de este H. Espacio para poner un post de la hostia, realmente digno de recordarse. Porque habla de algo que es realmente importante para mi, de cosas que nadie quiere revisar... Pero, como sea, dejaré ese gran post para mañana darle la bienvenida a abril y sus menesteres. Hoy, dammit, tengo que hablar de
esto.

Siempre reviso, apenas conectarme, los diarios y columnas periodísticas realmente dignos. Milenio, El Universal, El Mundo, CNN... Casi siempre hay noticias estúpidas en primera plana (las guerras de ayer, los politicos pendejos hoy, el vaticano mañana...). Hoy,
dammit, fue la muerte de Paulette Gebara lo que puso al mundo de cabeza.

Por si no lo saben, y para no hacer el cuento largo, hace 10 días una niña de 4 años con cierta discapacidad motriz (motriz, señores, no mental) desapareció de su comodo departamento en Interlomas. Lo de siempre: la PGR haciéndole a CSI, la búsqueda mastodóntica en la ciudad, las investigaciones hechas a lo pendejo, la mamá suplicando en televisión nacional, las empleados domesticas convertidas en Norman Bates, los peritos y sus misterios... Hoy, tristemente, el cadaver de Paulette fue encontrado DEBAJO DE SU CAMA, después de varios días de haber muerto asfixiada.

No soy corresponsal ni de un misero fanzine, así que si quieren mas detalles, métanse a
Milenio; al parecer es el medio mas informado y dedicado al caso Paulette. A mi lo que me atañe, como siempre, no son respuestas, sino las preguntas. Cosas que solo a mi pueden dejarme la noche en vela empastillandomé con panditas. Porque Paulette Gebara, desde el preciso instante que puso su blonda carita detrás de un monitor, dejó de ser una niña para convertirse en un fenómeno; dejó de ser una humana para convertirse en bytes y tinta, en tweets, chisme de starbucks y plegarias desatendidas.

Lo usual: gracias al enorme marketing, cobertura mediática y oportuno cotilleo, Paulette no es solo uno de tantos pequeños asesinados sádica e injustamente a diario. Es una super estrella. Con la bendición de una buena y sofisticada familia inn-hetero-conservadora, destacó con sus rubios cabellos y sonrisa inolvidable sobre los mocosos pueriles que se pudren en la miseria y a todos excepto el History Channel nos valen.

Y que triste que así sea.
Que triste que no haya vivido lo suficiente para ganarse un titular con sus propios méritos; que triste que haya muerto bajo los suficientes reflectores para ser una mártir, un crimen colosal que ni dios ni el diablo ni Alan Moore perdonarán; que triste que los misteriosos hilos (¿la PGR? ¿Bazbaz? ¿sus padres?) movieran su desaparición al ojo del huracán, para ser reinventado y reempacado por cualquier mequetrefe; que triste que su muerte no sea llorada en la cálida intimidad, sino en la frívola y distópica inmensidad del internet; que triste que una sola y casual muerte (horrible, al fin y al cabo) sea capaz de eclipsar el asesinato despiadado de diez chavales a mitad de su vivir allá en Durango; que triste que, al cabo de unas semanas, será nada mas que una puta memoria colectiva y no el motor de una sed justiciera que este pais necesita. Pronto, ya no será Paulette, sino el pie de página de las grandes respuestas.

¿En cuatro días, nadie olfateó un olor a cadaver debajo de la cama? ¿Estamos tan podridos y lobotomizados como sociedad que es mas probable un secuestro o abducción que un niño escondido bajo los muebles? ¿Fue un asesinato político, un asesinato trágico, cosa de seguros? Es mas, ¿Paulette siquiera existió? Algunos afirman que no, y entre esos algunos va su madre, Lisset Farah. Porque padece un trastorno de personalidad, es fria y distante. ¡Claro, el loco de la familia es el misterioso homicida! No sé hasta que punto ustedes puedan considerar ese argumento tremendamente racista. Pero yo puedo deciros que temo mas de las personas decentes y cuerdas que de un esquizofrenico.

Hoy, joder, lei suficientes comentarios empalagosos, ridículos, moralinos y absurdos para hacerme diabético. Y no pretendo ser hilarante, pero ahora mismo estoy harto de leer
“oh, ahora eres un angelito de luz que bate sus alas al lado de nuestro señor” o “Paulette, el amor que no tuviste de tu mami lo tienes por mi parte, muñequita” o “rezaremos por ti, Paulette, vivirás en nuestros corazones” o “dios no perdona, la justicia divina hará arder a esos perros en el infierno”...

Vi The Lovely Bones, y nunca creí volver a ver semejante ola de cursilería gratuita. Al parecer la vida de una niña de cuatro años es infinitamente mas valiosa que la de un treintón mileurista que vive comodo y feliz hasta que las catastróficas desdichas lo meten en un ataúd. Si, la muerte de un niño es imperdonable. Pero, vamos, cualquier vida humana buena es irreemplazable.

Por favor, no empiecen a espantarse y a tildarme de misógino. También sufro la muerte. He llorado por quienes he perdido, me invado de melancolia con los albumes de fotos, me llenan de pesar las muertes ajenas y tan cercanos. Carajo, incluso solté una lagrima por Farrah Fawcett. Pero nunca me he consumido por eso. Para mi, la muerte no es mas que otro paso, un desafio para cualquier ser vivo, otro obstaculo que derrumbar. Extrañar a los muertos, y llorarles dejando la vida en ello, me parece totalmente egoísta: si este mundo es una mierda, si la agonia es impredecible, ¿por qué no alegrarse por aquellos que pasan al otro lado, lejos del dolor mundano?

Me estoy desviando. Y creo que todo el pais también. Uno de los grandes errores humanos es la auto compasión. ¿A ver, quejándose por la impunidad y rezando avemarías tuiteros Paulette volverá a la vida?
¡Carajo, dejen de lloriquear y remilgarse, y empiecen a exigir justicia! No por Paulette, que a fin de cuentas ya le importa un pimiento cuantos videos en youtube le suban, sino por todos los homicidios injustos, por todas las vidas truncadas, por la cantidad de información malversada y el constante lavado de cerebro. Con toda esa energia y vigor que la sociedad desperdicia en el post-mortem de la pequeña podríamos empezar a exigir lo que nos pertenece. Manifestarnos con huevos contra semejante séquito de idiotas incapaces de registrar bajo una cama, atacar a los lideres que saltan de Marcial Maciel a Ricky Martin al Angelito de Luz como si fuésemos sus monos cilindreros al son que nos pongan.

Pero, como bien diría mi papá,
“a este país lo que le falta es valor, porque cualquiera mienta la madre, pero ninguno coge las armas”. Lo mas fácil es encabronarse con el que inventó el hastag #sufrocomopaulette, pero aquellos son los mismos que suben la ventanilla cuando el niño de la calle les pide una moneda. El mismo niño que, después de morir, no será sino una lejana cifra en el MP. Y mientras tanto, Paulette Gebara, con sus oportunos y sus altares en feisbuc, se diluye entre bytes y tinta.

(arriba) I Walk Alone, de Gottfried Helnwein.

los frikazos también lloran.

Todos los buenos frikis deberían saber cuando se celebran las convenciones de frikis. Lo mismo que la cantidad de fucks en Pulp Fiction, el enigma tras los ojazos de David Bowie y el ritual de apareamiento de los dragones de Komodo. El punto es que yo no sabía que La Mole se celebraba este fin de semana. Por algún caprichoso juego cósmico, de pronto pasé de mis calentitas sabanas a estar en una aglomeración de otakus y cosplayers de todo tipo, usando unas falsas orejas de gato, pegándole puntapiés a Susan, peleándome con un escuincle de 10 años por una playera del Torneo de los Tres Magos, abrazando un zombie, cuasi-fajándome con mi ex.

Susan me llamó a las 11 de la mañana, sacándome de los brazos de Morfeo y Jack Daniels para preguntar si tenia algo que hacer ese día. La respuesta era obvia. Aun embriagado de pendejez matutina, me metí lo primero que encontré, de esas prendas que me hace ver una versión mocha de
Annie Hall.

No recuerdo ni haber pasado a su departamento, y si lo hice, probablemente me dormí en los escalones del portico. Como sea, en un parpadeo ya estábamos en la fila, detrás de un Obi-Wan Kenobi cutre y delante de una mujer que parecia sacada de Dawn of the Dead. Y no estaba cosplayeando.


Si, el mismísimo Spiderman, luciendo musculo y huevos. Vivir mi niñez con comics de Mundo Vid no me había preparado para semejante cosa. Y mientras le hacia fotos como poseso, un pedazo de hielo del tamaño de Holanda me cayó en el pie, cortesia de un heladero abochornado. Puta madre, no recuerdo haber sentido semejante dolor de parto. Creo que aun sigo cojeando.

Lo primero que vi (y de hecho, muchísimas veces) fue esto. Lo que yo creia un hibrido entre las túnicas de Gryffindor y una pijama fea, o quizás una reunión de magios o masones, resultó ser el cosplay de Naruto. O algo así. No me pregunten nada de anime... ¡Es mas! No me pregunten nada sobre lo japones, que debo ser el único friki azteca a quien le importa un comino.

Cuando vi a este individuo, salté como mocoso. “¡¡Yo sé quien es!! ¡¡Es de Hellsing!!” Susan me miró con fastidio: “Si, creo que todos lo saben”. Lo importante era como se metía al personaje.

El stormtropper no movió ni el orto mientras le hacíamos fotos. Solo por eso el joputa tiene mas talento que la mitad de actores que conozco.
Ademas, era un stomtropper.

No supe quien era, pero me recordó poderosamente a Lady GaGa. Después supe que era de Yu-Gi-Oh... Y segui pensando que flipaba mucho como Lady GaGa. ¡Joder, en esa convención todo me recordaba a la Lady GaGa!

No comments. Quiero esa manta como colcha, o hacerme una falda con ella.

Definitivamente no sé quienes son. Pero nótese como “se meten al personaje”, citando a Susan.

¡Ahora si, este si es el único e inigualable Jairo Pozos, el primo charro de
Harry Potter! Ah, si, lo de al lado es Susan.

Tampoco supe quien era... En mi cabeza solo escuchaba

¡Wolverine! (Me niego a llamarlo Lobezno, no jodan.)
Un poco pasado de peso. Rellenito, diría yo.

Hablando de rellenitos, y cremosos... Ver un chocorrol en vivo es uno de los instantes cumbres de mi vida. ¿Recuerdan a Dante ante las puertas del infierno?
Asi mero.

Un montón de Godzillas, Gojiras y Motras. Faltaba la polilla gigante sin gracia;
pero, vaya, no se puede todo en esta vida...

Emmm, emmm... Mi ex. No sé como me encontró, o si lo invoqué al decir en broma “jeje, te aseguro que por aquí anda Nao”. El punto es que allí estaba. Ignoremos el disfraz: cumplí mi fantasia de besar a un wey con cabello rojo.

¿Sailor Moon? ¿Lady GaGa? ¿de La Hora Pico?
A destacar, again, como “se mete al personaje”.

Larry Clark estaría masturbándose en ese momento... Okey, mal chiste de mierd...

Ya, en serio. En ese momento, solo pude correr a abrazarlo y gritar:

Y si, me caga la Alice in Wonderland de Burton... Pero, señor@s,
no siempre tienes a la Reina Roja interpretada por una desinhibida y cool
dama dela tercera edad a tu lado.

¡¡El único zombie en toda La Mole, y le faltaba actitud y feeling!! Juré por Aslan que el año siguiente sería el zombie mas cool desde el Rector de Harvard. Dah.

Ni mas ni menos. Solo decir que se parece a mi tio Beto.


Y-ella-es... ¡Klaaavita! No sé quien carajo era, ni porque Susan quería comprar un disco, ni porqué el público le mentaba madres y lefadas por igual.
El punto es que es Klavita.

Frida Kahlo Reloaded. He dicho.

La neta hasta yo quiero ser Sakura.

Si no me equivoco, y si ignorar las tetas de la Jovovich valió la pena, esta es la mismísima Jill Valentine. Yo Si Le Daba. (Alex lo confirma: si es Valentine,
y El También Le Daba... boludo.)


Ir bajandome la resaca, de muy buen humor, con el smiley de Watchmen en la playera y tras abrazar al Jack Sparrow fue lo que me salvó de un colapso nervioso. Soy agorafóbico, ¿recuerdan?

El momento de la noche: Chewwie aparece en escena, y no podemos sino aplaudir y vitorearlo. El pendejo que gritaba ¡Chewwie, hazme un hijo!” era yo.

Esa de alitas...

Así fue, una tarde de lagrimas y risas. Y un putazo en el pie que ni la virgen del rayo podría curar. La verdad es que había evitado a toda costa las convenciones y variantes, sencillamente porque lo mio no son las multitudes, y mucho menos mi frikez antropomorfizada, disfrazada y prostituida. Pero... si, me divertí y muchísimo, y no puedo negar que eso del cosplay ya no me parece tan absurdo. Y si, juro que el próximo año seré el zombie mas guay. O quizas me cosplayeo de Lady GaGa.



Después nos encaminamos al cine a deleitarnos con
Legion. Si, ingenuamente esperábamos una sarta de zombie-ángeles rapaces y a Paul Bettany mas cabrón que Terminator y Jesús Ochoa juntos. ¿La verdad? No es mas que un débil intento de ser drama, bullet-movie, comedia negra, reflexión religiosa, serie-B, culto automático, y cine de ficheras. Como le dije a Sue, es Laura en America con arcangeles y metralletas. Con sus momentos inspiradísimos, pero estúpida y sosa.

Lo mejor: Paul Bettany sin camisa/con ropa ceñida. La fotografía y el score. Que dura poco. Kate Walsh muerta. La inmortal abuela mutante.

Lo peor: media hora de explicaciones choreras. Los cotilleos. El guión. Todo lo demás. Kate Walsh muerta.

el post algo.


Hoy fue un día largo, muy largo. En especial si consideras recorrer media ciudad a pie gracias a tu nula orientación geográfica, en pos de una escuela que eventualmente queda a 20 minutos en un puto taxi. Posteriormente, debes considerar la crisis existencial de tu PC, cuando la muy cabrona decide ponerse a elucubrar sobre los confines bajo la papada de Charles Bukowski y Carstens, y que per se te obliga a instalar y desinstalar antivirus y cleaners como si combatieses la Skynet, cederle el control remoto de tu sistema operativo al mismísimo Alex, vivir la cosa mas cyber-sobre-surreal de tu vida y salir medio victorioso gracias a un antivirus de mala pinta y un buen pete.

Y francamente no sé porque les cuento todo esto. No lo que cuento, sino la forma. Okey, si lo sé: hoy es una noche perfecta para mandar todo muy a la chingada. Gobo empieza a exprimirme la cabeza, y si no sufro una hemorragia cerebral antes de postear esto, será un milagro. Pensaba en contarles de mis planes para salir a San Francisco este verano para estudiar diseño, o darles mi ofendida, exhaustiva y politicamente mamila critica de
REC 2 (en síntesis, la película mas cutre y absurda de todo el 2009, disputándose el puesto con Paranormal Bullsh... Activity).

Pero, neta, esta es una noche para mandar todo muy a la chingada.


De bonus, el regrezaso de Gorillaz a la palestra (jajaja, palestra).

(arriba) Una foto mia que encontré entre mucha basura.
Me flipan las luces fluorescentes.

coffee and zombies.


Hoy escribiré un post sencillo (okey, casi siempre digo eso, y termino creyéndome Proust...). Porque hoy estoy muy cansado, demasiado como para pensar, buscar fotos, escribir el post, machacarle y machacar.

(1) Esta semana, por fin, encontré trabajo. Es una cafeteria guay en la colonia Del Valle, queda a unas cuadras del CUEC (sniff), y para ser mi segundo... okey, primer trabajo, esta bien pagado. Desde el martes estoy en capacitación... y, mierda, neta que no nací para ser barista. Preparar las bebidas no es un rollo, incluso ahora mismo puedo recitarles una por una de memoria, servilleta y lagrimita incluida. El rollo son las medidas... Joder, ¿no pueden vender solo un tamaño y ya?

Entre onzas y teteras y mediciones y precauciones de seguridad que eventualmente me valdrán madres, ahora mismo estoy fastidiado del café. Hago, preparo, miro, huelo y orino café desde hace cuatro días no-sé-cuantas horas diariamente... Y quiero trabajar en esto por un año a lo menos. ¿De verdad alguien me ve un año sonriendo y despachando frappés con delantal? Si no recibo una demanda por agresión física en menos de dos meses, a todos vosotros les regalo un peluche.


(2) Ayer terminé de leer
World War Z, de Max Brooks. Basicamente, es un falso documental de testimonios sobre la guerra zombie que hace coña a la humanidad por diez años... Me esperaba las mismas bobadas que George Romero ha hecho después de su primera (y gran) película, o los hígados de Resident Evil (aceptemoslo, las pelis solo valen por ver a la Jovovich sudorosa). Pero honestamente superó mis expectativas. A las veinte paginas, es imposible que no te creas que dos billones de muertos vivientes nos jodieron co tanto gusto y crudeza como describe Brooks.

Ademas, el tipo no deja ir ni una. Viaja desde China hasta Cuba, pasando por Rusia, Francia, Chile, Canada, Australia, Pakistan, Skynet... Se pone en la voz de un medico, un vagabundo, una enfermera, un traficante, un paparazzi; periodistas, amas de casa, cineastas, soldados, entrenadores, niños, niñas, buzos, aviadores, marineros, terroristas, y hasta un otaku. Cada uno tiene una personalidad propia, y le bastan unos cuantos párrafos para transitar de un personaje a otro sin perder estructura. Por ende, World War Z es el relato mas grande, redondo y brillante jamas escrito en el genero, y francamente, un verdadero logro de la ciencia ficción geek... Ya no digamos que los zombies, por fin, se pudren como tiene que hacer todo muerto, chinga.

Y ya no tengo nanay que decir. Me levanté a las seis (¡ley de adolescente!), y ya no fui a la muestra de Magritte en Bellas Artes. Chance y me voy el lunes temprano; mañana no, pues pululan las multitudes nacas/oportunistas/ñeras que entrarán a la sala solo porque “esta re-chido el wey ese”. Cambio y juera.

(arriba) Una foto mia, llamada Come, Come.
(menos arriba) The Battle of Yonkers, de Dan LuVisi.

bajoneado.


Crisisdeidentidad me trae por los suelos. Hace unos días andaba la mar de bien, relajado, limpio y con ese tipo de iluminaciones sensei que: o te ponen a cantar Walking in Sunshine, disfrazado de tortuga moña, o te meten a un comercial de Fabuloso, o te hacen prenderle fuego a una anciana en la parada del autobus, o simplemente te encierran en el puto baño a madrearte la cabeza contra el lavabo preguntándote porqué a nadie le importa el autoestima de Gutierritos y los na'vi.

Pero en mi caso, chinga, me llena de un ansia y un miedo inexplicables. Como esos sueños donde te persigue un frijol gigante tratando de comerte en un caldo de gallina, representando tus demonios interno pro-veganos. Así de pendejo e ininteligible. De verdad me gustaría ver a un psicoanalista, Gregory House o (a lo menos) la chacala con aires de Platón que duerme en la iglesia. Me gustaría que me explicaran medio racionalmente de
donde sale esta angustia constante en semejante existir sin oficio ni porvenir (de pronto me salió lo Garcia Lorca).

No tiene nada que ver, pero desde hace mucho sé que soy adicto a cargar mis culpas; no, no soy de esos adolescentes bien cool que culpan de sus desgracias a papá, al de biología, al wey que limpia los coches, a Cosmo, a Wanda y a Matt Groening. Siempre he aceptado mis culpas, las que me pesan, y soy objetivo para mandar a la chingada con regocijo a los males ajenos que me joden. Pero nunca las dejo ir, y en esos momentos que la mayoría de personas decentes usarían para pensar en una polla o en la ante-pre-posada de diciembre, mi cerebro se escabulle a mordisquear el montón de lamentos y karmas que me persiguen. Y lo peor es cuando se vuelven tóxicos, cuando se hacen insoportables y físicos, y solo quiero reventarme los nudillos contra la ventana, o cortarme con las tijeras barrilito de mi hermana.

Ahora, eso es lo que siento. Pero no es el tormento de una perorata jamas dicha en la fila de un banco o los platos de unicel que mordisqueaba en las kermeses o el morreo que nunca le metí a una ex novia tántrica; ahora es angustia llana y nula. Y no sé de donde carajo apareció cual bodysnatcher, pero no me siento el mismo... Por lo menos no el pendejete recién adicto al tuiter que se descojona de risa con las tonterias de Kurt como si la vida no pesara como un paquidermo con diarrea. Ahora soy... soy gris. Como esa escena de
Antichrist, cuando Willem Dafoe le dice a la Gainsbourg “eres verde, se verde”, y al acto ella se confunde entre el pasto.

Asi estoy ahora, confundiéndome con el concreto. Soy concreto, y los tormentos caminan sobre mi. Ah, mi Serrat interior esta muy coqueto hoy...

p.d.01: Mañana voy a dejar otra solicitud de empleo a otra cafetería.
¡¡Mucha mierda!!

p.d.02: Estoy leyendo World War Z, de Max Brooks. Empecé donde la dejé antes de volver a las (insufribles) clases de violín. Solo puedo decir que es enorme, y que me hubieran enseñado mejor la historia zombie en vez de las mamadas de Juaréz en la secu. He dicho.


(arriba) Chrome, de la pintora Alyssa Monks. Si, pintora, weón.

i'm infected.


Me duele la cabeza desde la tarde. Y mi pobre garganta. Mi hermana esta agripada, y creo que el escaso contacto físico que tengo con ella (entiéndase peleas, empujones y cristaleria voladora) ya me chingó a mi también. Si de algo puedo enorgullecerme es de ser la salud andante: solo me enfermo una vez al año, neta, y eso en invierno, siendo una gripe ligerita que se va a la mierda en una semana.

Pero ahora no. La garganta me esta matando, como aquella vez, hace cinco años, que una infección me quitó alimentos y bebidas, y lo único que pasaba por mi boca (ejem...) era jugo de tomate. Desde entonces, siento nauseas al pasar por los refris de Klamato en el Oxxo. Asi que temo que otra vez la puta infección empiece a molestar. Puedo soportar miles de cosas, siendo que los daños en mi cuerpo me importan menos que el ciclo menstrual de los grillos... Pero odio, de verdad odio tener la garganta (1) lastimada.

So, hoy no quiero postear nada. Hace ratico, pensaba escribir un largo y tendido tratado del porqué
detesto el cine en 3D por sobre todas las cosas, o una íntima reflexión sobre lo encandilado que me tiene Katy Perry en sus momentos mas maricas. Pero nah, lo dejaré para mañana. Ahora solo quiero tumbarme en la cama, chistarle a Kurt, y soñar con las axilas de Mo'Nique. Espero.

p.d: Si, vi Precious, y no me gustó. Leer Oprah Winfrey en el cartel me puso a parir. Luego les cuento.

(arriba) Métamorphose, de Thomas Kim. Súblime.
(1) La palabra 'garganta' es guay. Me hace pensar en 'gafapasta'.

birdy love.


Decía: tengo un pichón de paloma, se llama Kurt (okeeey), y es la leche. Mi madre lo encontró en el salón de clases de mi hermana, durante una firma de boletas. El pajarito estaba muy feliz en su nido entre muros, hasta que una vieja malnacida tragamierda empezó a chillar, tratando de echarlo desde el segundo piso del colegio con una escoba porque era un “animal prejuicioso”. Okey, no sabía que los pichones podían afiliarse al Kux Kux Klan, a los Jesuitas o a los Amigos de Norberto Rivera... Ejem, prosigo.

Mi madre, cabrona y sensata como es, le metió por culo sus argumentos de virus, enfermedades, churradas de barrio y demás. El resto del respetable, adecuadamente mamones, no querían agarrarlo por miedo a ensuciarse la pedicura. Pero ella, con todo y su obsesión-hipocondríaca-alérgica, lo puso dentro de una pequeña caja. El bebé estaba asustadísimo, temblando y agitándose. Llegó a mi casa, lo echó en mi brazos, y se metió a la ducha como en expiación. Con lo cual quedó implícito que yo me hiciese bolas y pedos con el. Le puse Kurt,
en honor a quien-tú-sabes, y por primera vez en mi podrido vivir tengo una mascota.

Eso fue hace cuatro días. Ahora me he convertido en una responsable, acalorada y angustiosa mamá gallina. Kurt pia en cuanto ve mis pies descalzos en la puerta de la terraza donde vive, me picotea las manos batiendo las alitas, se molesta con el escándalo bestial de mi hermana, y le gusta dormir dentro de camisas viejas. Y yo lo adoro. No sé como haré para dejarlo volar cuando sea mayor, seguramente me dolerá mas que una cogida de borrachos. Pero en tanto, quiero disfrutar tanto como pueda a mi pequeño Kurt. ¿Que tal?



p.d: en messenger...

Yess: "tenes suerte con tu nombre, detesto el mio."
Alex: "nah, podrías haberte llamado Esculapio."
Yess: "preferiría Alex. Amo el nombre Alex."
Alex: "¡oye! ¡Mi nombre es Alex!"
Yess: "…"
Alex: "y mi primer nombre es Néstor."
Yess: "…"
Alex: "y mi apellido es Abraham. Que significa 'padre de multitudes'."
Yess: "cool."
Alex: "y Néstor significa 'sabiduría'."
Yess: "doble cool."
Alex: "Alejandro significa 'conquistador'."
(pausa).
Alex: "en resumen, soy un conquistador sabelotodo que embaraza
a cuanta puta encuentre en su camino."

Che, erigiré un bosque de rameras en tu honor.

bust a move!


Para que miento, he tenido una flojera inmensa. Todos saben que odio las rutinas, y bloggear es... cotidiano. Ademas, aprendizdesamsa salió como una especie de ejercicio autoimpuesto, para recuperar el ritmo de escritura, aprender sobre la constancia y comprender los móviles que han convertido a mi frágil existir en una vil casa de putas. No, en serio. Por eso abrí el blog, y porque estaba muy aburrido de escribir la mar de formal en mi otro blog (que en paz descansa).

También debe importar la chinga que me metí haciendo ejercicio como loco el viernes. Dispuesto a compensar meses de no trotar ni un solo metro y cuyo única dedicación a mi físico son los tecleos de la compu y los arqueos del violín, me levanté a las 10, desayuné algo ligero, y me tumbé en la terraza a hacer abdominales y bicicleta cual poseso. Hice demás monerías antes de caer rendido al borde de la inconsciencia. Y es que parece mala idea intentar pasar de snorlax a Rambo en una sola tarde. Ahora, me duele hasta el orto y la pituitaria, no puedo dormir boca abajo (como siempre he hecho), y me arden los brazos. Todo esto puedo atribuirlo a que mi lado gay (el mismo que me pone a bailotear en el metrobus a ritmo de
Undisclosed Desires y que siente una incomoda fijación por el cabello rubio otaku) esta muy despierto, cosa que sucedió después de...

ver todos los capítulos de
Glee. Debería sentirme avergonzado: yo, religioso amante de los musicales (remítanse a mi declaración de amor chorrada), pasé por alto una serie de televisión, musical, escrita por Ryan Murphy, protagonizada por la Wendla de Spring Awakening, depositada en una preparatoria gringa atascada de clichés adolescentes. Como traída por Santa Claus.


Glee es, basicamente, la historia de Will Schuester, un profesor de español en una de tantas prepas como abundan en los USA, que un mal día decide recuperar las viejas glorias del coro de la escuela, un glee club. Con la desaprobación de sus compañeros y su rancia esposa, la indiferencia del director y el odio de una entrenadora cabrona, Will se hace de un grupo de perfectos desadaptados con voces de mausoleo, y poco a poco, algunos de los populares del colegio se unen, solo para descubrir que el coro es mucho mas de lo que esperaban.

Creo que esas 13 horas de humor negro, cachondeos meloso y broadway son mi record de sonrisas ever.
Glee te hace recordar las cosas simples y maravillosas, los sueños deliciosos que nos obligamos a destrozar, la alegría de ser lo que somos y lo que queremos. Glee te hace sentir, en ratos, que la vida merece ser vivida, que aquello de vivir cada minuto al máximo es muy cierto, que basta con tener un desafio para enfrentarte a todos y todo solo por ser feliz. Las moralejas de Glee a ritmo de Kelly Clarkson y Bon Jovi pueden no ser concretas, pero a mi me han bastado para recuperar el entusiasmo por las cosas que adoro, y reafirmar mi tesis de que, si la vida es una mierda, tú puedes buscar el lado genial y gozarlo, echando la cala bajo el tapete.

(Okey, no puedo escribir mas. Debo alimentar a mi pichón. Se llama Kurt y es la leche.)

arriba: cortesía de Marco. Esto y su "eyacular sobre estampitas" no tienen madre.