el infierno son...


Hoy iba a hacer espacio entre la mucha basura de este H. Espacio para poner un post de la hostia, realmente digno de recordarse. Porque habla de algo que es realmente importante para mi, de cosas que nadie quiere revisar... Pero, como sea, dejaré ese gran post para mañana darle la bienvenida a abril y sus menesteres. Hoy, dammit, tengo que hablar de
esto.

Siempre reviso, apenas conectarme, los diarios y columnas periodísticas realmente dignos. Milenio, El Universal, El Mundo, CNN... Casi siempre hay noticias estúpidas en primera plana (las guerras de ayer, los politicos pendejos hoy, el vaticano mañana...). Hoy,
dammit, fue la muerte de Paulette Gebara lo que puso al mundo de cabeza.

Por si no lo saben, y para no hacer el cuento largo, hace 10 días una niña de 4 años con cierta discapacidad motriz (motriz, señores, no mental) desapareció de su comodo departamento en Interlomas. Lo de siempre: la PGR haciéndole a CSI, la búsqueda mastodóntica en la ciudad, las investigaciones hechas a lo pendejo, la mamá suplicando en televisión nacional, las empleados domesticas convertidas en Norman Bates, los peritos y sus misterios... Hoy, tristemente, el cadaver de Paulette fue encontrado DEBAJO DE SU CAMA, después de varios días de haber muerto asfixiada.

No soy corresponsal ni de un misero fanzine, así que si quieren mas detalles, métanse a
Milenio; al parecer es el medio mas informado y dedicado al caso Paulette. A mi lo que me atañe, como siempre, no son respuestas, sino las preguntas. Cosas que solo a mi pueden dejarme la noche en vela empastillandomé con panditas. Porque Paulette Gebara, desde el preciso instante que puso su blonda carita detrás de un monitor, dejó de ser una niña para convertirse en un fenómeno; dejó de ser una humana para convertirse en bytes y tinta, en tweets, chisme de starbucks y plegarias desatendidas.

Lo usual: gracias al enorme marketing, cobertura mediática y oportuno cotilleo, Paulette no es solo uno de tantos pequeños asesinados sádica e injustamente a diario. Es una super estrella. Con la bendición de una buena y sofisticada familia inn-hetero-conservadora, destacó con sus rubios cabellos y sonrisa inolvidable sobre los mocosos pueriles que se pudren en la miseria y a todos excepto el History Channel nos valen.

Y que triste que así sea.
Que triste que no haya vivido lo suficiente para ganarse un titular con sus propios méritos; que triste que haya muerto bajo los suficientes reflectores para ser una mártir, un crimen colosal que ni dios ni el diablo ni Alan Moore perdonarán; que triste que los misteriosos hilos (¿la PGR? ¿Bazbaz? ¿sus padres?) movieran su desaparición al ojo del huracán, para ser reinventado y reempacado por cualquier mequetrefe; que triste que su muerte no sea llorada en la cálida intimidad, sino en la frívola y distópica inmensidad del internet; que triste que una sola y casual muerte (horrible, al fin y al cabo) sea capaz de eclipsar el asesinato despiadado de diez chavales a mitad de su vivir allá en Durango; que triste que, al cabo de unas semanas, será nada mas que una puta memoria colectiva y no el motor de una sed justiciera que este pais necesita. Pronto, ya no será Paulette, sino el pie de página de las grandes respuestas.

¿En cuatro días, nadie olfateó un olor a cadaver debajo de la cama? ¿Estamos tan podridos y lobotomizados como sociedad que es mas probable un secuestro o abducción que un niño escondido bajo los muebles? ¿Fue un asesinato político, un asesinato trágico, cosa de seguros? Es mas, ¿Paulette siquiera existió? Algunos afirman que no, y entre esos algunos va su madre, Lisset Farah. Porque padece un trastorno de personalidad, es fria y distante. ¡Claro, el loco de la familia es el misterioso homicida! No sé hasta que punto ustedes puedan considerar ese argumento tremendamente racista. Pero yo puedo deciros que temo mas de las personas decentes y cuerdas que de un esquizofrenico.

Hoy, joder, lei suficientes comentarios empalagosos, ridículos, moralinos y absurdos para hacerme diabético. Y no pretendo ser hilarante, pero ahora mismo estoy harto de leer
“oh, ahora eres un angelito de luz que bate sus alas al lado de nuestro señor” o “Paulette, el amor que no tuviste de tu mami lo tienes por mi parte, muñequita” o “rezaremos por ti, Paulette, vivirás en nuestros corazones” o “dios no perdona, la justicia divina hará arder a esos perros en el infierno”...

Vi The Lovely Bones, y nunca creí volver a ver semejante ola de cursilería gratuita. Al parecer la vida de una niña de cuatro años es infinitamente mas valiosa que la de un treintón mileurista que vive comodo y feliz hasta que las catastróficas desdichas lo meten en un ataúd. Si, la muerte de un niño es imperdonable. Pero, vamos, cualquier vida humana buena es irreemplazable.

Por favor, no empiecen a espantarse y a tildarme de misógino. También sufro la muerte. He llorado por quienes he perdido, me invado de melancolia con los albumes de fotos, me llenan de pesar las muertes ajenas y tan cercanos. Carajo, incluso solté una lagrima por Farrah Fawcett. Pero nunca me he consumido por eso. Para mi, la muerte no es mas que otro paso, un desafio para cualquier ser vivo, otro obstaculo que derrumbar. Extrañar a los muertos, y llorarles dejando la vida en ello, me parece totalmente egoísta: si este mundo es una mierda, si la agonia es impredecible, ¿por qué no alegrarse por aquellos que pasan al otro lado, lejos del dolor mundano?

Me estoy desviando. Y creo que todo el pais también. Uno de los grandes errores humanos es la auto compasión. ¿A ver, quejándose por la impunidad y rezando avemarías tuiteros Paulette volverá a la vida?
¡Carajo, dejen de lloriquear y remilgarse, y empiecen a exigir justicia! No por Paulette, que a fin de cuentas ya le importa un pimiento cuantos videos en youtube le suban, sino por todos los homicidios injustos, por todas las vidas truncadas, por la cantidad de información malversada y el constante lavado de cerebro. Con toda esa energia y vigor que la sociedad desperdicia en el post-mortem de la pequeña podríamos empezar a exigir lo que nos pertenece. Manifestarnos con huevos contra semejante séquito de idiotas incapaces de registrar bajo una cama, atacar a los lideres que saltan de Marcial Maciel a Ricky Martin al Angelito de Luz como si fuésemos sus monos cilindreros al son que nos pongan.

Pero, como bien diría mi papá,
“a este país lo que le falta es valor, porque cualquiera mienta la madre, pero ninguno coge las armas”. Lo mas fácil es encabronarse con el que inventó el hastag #sufrocomopaulette, pero aquellos son los mismos que suben la ventanilla cuando el niño de la calle les pide una moneda. El mismo niño que, después de morir, no será sino una lejana cifra en el MP. Y mientras tanto, Paulette Gebara, con sus oportunos y sus altares en feisbuc, se diluye entre bytes y tinta.

(arriba) I Walk Alone, de Gottfried Helnwein.

2 comentarios:

limbonite dijo...

Cuando te respondí al RT en twitter, más bien respondía a lo que se había retuiteado en sí. Son instantes como este donde la gente empieza a echarle la responsabilidad al diablo, o nombra la voluntad de Dios...pero totalmente se olvidan del albedrio o (si no eres espiritual o religioso) el simple acto y consecuencia de escoger el rumbo de tus acciones y como afecta a los demás. La niña no está muerta porque Dios lo permitió o porque no la protegió…la niña está muerta porque sus padres tienen el sentido común cercenado.

Y pues si, a la gente le gusta romantizar la muerte si hay cabida. Creen que porque expresan tristeza y empatía por la niña muerta, de alguna manera están reafirmado su posición contra la injusticia. Pero, de un modo, tienes razón. Si, el caso es aberrante, pero quien le llora y le hace trends and twitter a todas esas muchachas y mujeres que desaparecen en el desierto a las afueras de Juárez? Quien llora el cuerpo sin cabeza del oficial que por no ser corrupto es premiado con la muerte? Quien le llora al indio que aunque es autóctono, es como la lepra socialmente en su propia tierra? Bueno, el último lamento no es de muerte, pero al fin y al cabo es un resultado de la apatía e injusticia.

Ahora que vivo fuera de México, veo que aunque haiga vitalidad y promesa en la gente Mexicana, el miedo es lo que al fin sale a relucir. Donde estan los trends contra la violencia o la corrupción política…bueno, en sí, México está en una tapa muy crucial: la presión está a punto de explotar la vaporera. Y tú, aparentemente consiente y capaz de ver mas allá del punto de vista socio-cultural que reina sobre la gente, estas, con buena razón, frustrado.

No por excusar a la gente, pero todo tiene sus raíces en el psicoanálisis. Tienes todos los elementos para despertar el ego y el libido (la conexión psico-emocional que tenemos con gente, animales, cosas, y lugares): madre, padre, cuarto, cama, niña. Estos elementos en conjunto, reflejan la propia situación domestica que encaramos diariamente. La gente toma esos elementos y los aplica en su propia situación domestica (con su hermanita, su hija, su primita, su sobrinita, su propio cuarto, el sus padres, sus tíos, etc.) y es capaz de crear (genuino o no) un lazo de empatía donde sus propios miedos de perder un lazo libidinoso (en termino psicoanalítico) con un ser familiar salen a relucir. Y he ahí el problema- cuando la gente no es capaz de ver más allá de sí mismos, cuando es incapaz de ver el crimen y la injusticia de modo macro, cuando se lo toman emocionalmente y no personalmente y paradójicamente con un sentido de comunidad, de pueblo. Porque, aunque todo el pueblo este unido en duelo por la muerte de Paulette, si lo analizan bien, es una expresión personal y emocional, en si egoísta. No lloran por la mejoría del país y la prevención de la muerte de niñas como Paulette, si no por sus propios miedos e inseguridades que salen como gas en el fango del pantano.

Debería haber mencionado que hablo en generalidad. No todo es así. Es solo mi opinión y como veo las cosas. (Pero me da hueva regresar e insertarlo…)

Sporella dijo...

Es triste que el que se supone el animal sociable y racional de la creación, convierta cualquier cosa en un circo, en morbo, y portadas.

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