coffee and zombies (2).


(1) Ayer pasé la madrugada viendo trailers de films de horror. Me encantan, frecuentemente aun mas que las películas per se: me gusta tejer tramas y shots con esos retazos de historia habilmente intercalados por un astuto publicista. La obra de Michael Bay será insipida, pero nadie puede negar que se le hizo agua la boca con los promos de The Island... Okey, me desvio.

Me di cuenta que hay cosas brutales, grotescas, enfermizas, perversas y comunmente nauseabundas que soporto con todo cinismo y buen humor. Pero hay otras cosas, otras frases, otras
escenas que se graban a fuego en mi memoria, como un pequeño tumor, que palpita por varias semanas, hasta que deja de taladrarme la cabeza, esperando que la jota sinapsis haga sus milagros y me obligue a revisitar esa cosa, esa frase. Esa escena. Es francamente molesto. Puedo chutarme Irréversible por tres días seguidos, sonriendo siniestramente con la larga violación a Monica Belluci, pero leo un cuento de canibalismo gay y no pego pestaña. Puedo poner en un pedestal al gélido y repulsivo Michael Haneke (para mi, el cineasta mas grande del mundo), pero veo una reconstrucción facial en el discovery channel, y de menos devuelvo la papilla de mi último pañal. Carajo, me pongo en éxtasis dopamínico con cuanto documento zombie me topo, me regocijo con la lluvia de vísceras, gritos y raudales de sangre, y después, leo un parrafo de Chuck Palahniuk sobre semen y lavados de estomago, y me arrumbo en una esquina del baño a mordisquearme los nudillos.

No sé si me entiendan, lo que si es que es muy molesto. Si soporto un desmembramiento marca Sam Raimi, también tendría que soportar el clitoris cortado de la Gainsbourg (y lo juro, me sigo estremeciendo al recordarlo). De manera que, cuando me enfrento a un
horror nuevo, por así decirlo, no puedo ni imaginar el efecto que tendrá en mi. O bien lo conservo como una genial influencia para mi trabajo, o empiezo a hacer las cuentas para la terapia de electroshocks.


(2) A lo mejor no viene al caso, pero el mejor ejemplo fue cuando vi Snakes on a Plane. De entrada, les digo... ODIO a las serpientes. No puedo creer que las criaturas mas fascinantes del mundo sean también las mas mas horribles, espantosas y repulsivas. En este momento, escribiendo serpiente, puedo sentir en mis tobillos su piel húmeda y rastrera, su lengua bifida silbando, sus dientes, enrollándose... ¡Mierda! Neto, no creo tener un miedo mas profundo y frágil. No, no, es mi terror mas profundo. ¿Se acuerdan de 1984, cuando Winston es amenazado con una jaula llena de ratas? Exactamente igual, o incluso peor. He tenido ataques de nervios por culpa de libros de biologia. Hay una anécdota tonta sobre el origen de este trauma, pero me jode tanto, me inquieta tanto, que mejor lo dejo para después, cuando salga en la portada de Rolling Stone o algo.

Okey, con semejante e insulsa fobia, la logica dictó que ignorase
Snakes on a Plane. Ni un trailercico, ni una reseña, ni una foto promocional con mucho escote. Nada. Voluntario, menos. Pero la logica, of course, no se lleva conmigo (me como servilletas de papel...). Asi que, un buen día, me meti al blockbuster buscando basura para dominguear, y ni tardo ni perezoso, me llevé el DVD de esa lindura. Chance porque David R.Ellis, el director, es un cabrón cuya serie B le sale monísima (aunque no tiene ni puta idea de lo que es un climax). Chance y porque... bueno, Samuel L. Jackson lo dice todo. La cosa es que, hasta que no puse play a la película, no recordé que habría cientos, CIENTOS de serpientes.

Se los juro, no sé como sobreviví. Iba de un lado a otro por mi cuarto, estrujándome los brazos, arrancándome pelo de la nuca, abrazándome las rodillas, asfixiándome con palomitas. Y la puta película seguia, con sus chillidos, sus silbidos, sus cobras, sus boas, sus cascabeles, sus actores cachas de tercera categoría... Ahora lo recuerdo y me parece abominable mi acto suicida, pero en ese momento, con los jodidos reptiles masacrando a los pasajeros mas ilusos de toda la historia, no me pareció tan malo. De hecho, es una peli bastante entretenida, que a fin de cuentas es lo único que pretende. Es increíble el sentimiento de claustrofobia y horror en una historia tan sardónica, como pasa de ser una serie B a una extraña y boba alegoria del darwinismo. El final es una bazzinga, pero el buen
Jules Winnfield se suelta unas frases que solo Jules puede decir con dignidad.

¿Lo ven? La logica dicta que hubiese apagado el maldito DVD con el primer coratillo en pantalla, me hubiese arrebujado en las sabanas a temblar, y a esperar que la noche pasara sin una de... agh, esas cosas en mi ventana. Pero, cosa rara, me entretuve dos horas completitas. Y después, leo la escena del bebe calcinado en
The Road, y empiezo a gimotear... Se los digo, soy un caso clinico de masoquismo renegado.


(3) Anyway, cierro con la joya de mi cacería. Esta en particular, me tiene hecho pedazos: se llama Opstandelsen; Es danesa. Horror. Zombies. Cristianismo. Sin puto 3D. Con los aires nórdicos de la hermosa Let the Right One In, pero un tanto mas sobria y muuuy gore. La cinta perfecta para mi. PERFECTA. Ya no aguanto ni un minuto para verla, y eso que solo hace dos días videé el trailer.

(1) Portrait of Michel Leiris, de Francis Bacon.
(2) Kaa, la única serpiente linda y cool en el orbe. Cameo de Shere Khan.
(3) Marie Frohmé Vanglund. Súblime.

3 comentarios:

Darknesstar dijo...

no sé si deberíamos asustarnos, pero te entiendo demasiado bien.. creo q yo puedo ser igual de ilógica.. tan tremendamente gore en unos casos y tan asustadiza en otros.
me gustaría saber esa anécdota del origen de tu miedo a las serpientes ;P yo tengo una fobia extraña: me da pánico que me toquen las muñecas :S
http://www.mydarknesstar.blogspot.com/
saludos!

Eduardo dijo...

Hola!

Yo de nuevo! xD
Este blog me ha parecido de lo más genial!
Creo que ha todos nos pasa.

Hay veces que por mas enfermiza que sea una escena nos fascina y no podemos dejar de verla, mientras que otras que para la mayoría pueden ser más ligeras, nos trauma inexplicablemente!
Es totalmente subjetivo!

Por ejemplo para mí si es difícil ver la escena de Irréversible que citas, pero sin embargo colocaría en el mismo pedestal al magnífico Heneke!

En cuanto a las serpientes... a mi me fascinan!! en especial las constructoras, es específico las anacondas! Waaaa! Son como mi amor zoofílico y tengo el lejano sueño de tener algún criadero algún día. Aunque claro también me aterran! ja!
Y yo también esa cosa absurda llamada Snakes on a Plane! jaja!

Por otro lado también me encantó Let the Right One In! y en cuanto mencionaste Opstandelsen corrí a ver el trailer, así que ahora muero por verla, si la consigues avísame!! xD

Saludos!
Rubiko!

Carolina dijo...

Yo tengo una fobia desde los 4 con los zombies, el gran error de mi vida fue ver the dawn of the dead, lo cual revivio todo ese miedo(ahora son contadas las peliculas de terror que puedo ver). Estoy en contra del gore en las peliculas; no pienso dar dinero ni tiempo a cosas que no le aportan nada a esta sociedad ya podrida con violencia y odio. Eso si, me gustan, los vampiros, las peliculas de terror psicologico y anime violento.
Interesante blog, seguire pasando por aca.
Carolina

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