post #65.


¿Alguien leyó, vio o escuchó Holes? La novela, de Louis Sachar, cuenta la historia de un pobre e infeliz chaval cuya familia esta condenada a tener mala suerte. Asi que su vida es, sencillamente, una vil mierda. Por su mala suerte, claro. Prácticamente la palabra felicidad no existe en su vocabulario, desde que nació no conoce otra cosa que paladas y paladas de cala.

¿Recuerdan al pobre Tom, de
(500) Days of Summer? Después de que Summer lo manda a freír espárragos, el tierno y heteroflexible soñador cae en una Espiral de Autodestrucción: de pronto su existencia ya no tiene principio ni fin, alfa u omega, es un sinsentido sin los ojos (ojazos) de su amada nena. Como diría la canción de Placebo, without you i'm nothing.

¿Recuerdan la vida de Harry antes del famoso
“you're a wizard, Harry”? Una porquería, igual. ¿A la pobre, gorda, negra, analfabeta, seropositiva, embarazada, desamparada (¡lloren, carajo!) Precious Jones? ¿A la perra que es Nicole Kidman en Dogville? ¿A Heatchcliff? ¿Al narrador de Fight Club y su insoportable no-existir?

Bueno, así me sentí hoy.

Lo peor es que ayer fue mi dia Baudelaire (o seasé, una serie de catastróficas desdichas): Primero, me hundí en un charco de lodo y menudencias. Perdí mis gafas oscuras (y si me conoces, sabes que ODIO ir por la calle co los ojos expuestos). Tuve una experiencia near-to-death con unas escaleras eléctricas en Popotla. Me vi con Liliana afuera de Cedart (sniff), con la noticia de que la master Valenzuela se había largado diez minutos antes de que yo llegase a elogiarla. En la biblioteca del CNA, una pluma chafa se me chorreó por todos lados, cagando mi único suéter guay. Al regresar al metro Revolución, Liliana me ayudó a ser atrapado y empalado en las puertas giratorias, a la vista del malhumorado publico. Como si un caballo me sodomizara por la espalda (sic).

La biblioteca Vasconcelos cerró antes de que llegásemos, y hasta ese momento recordé que tenia que devolver libros. Andamos a un Burger King, y después de romper pendejamente el ticket y armar un rollo con el gerente, me empapé con sprite y nestea. Mi nulo presupuesto me obligó a comer la hamburguesa mas pequeña que dios pudo sacarse de la brenca. Al volver a mi casa, no había nadie, así que hice de Chico del Portico bajo el frio, con la vejiga llena y el iPod vacío. Tuve que orinar en el terreno baldio donde suelo arrojar mis cascaras de naranja, y volví a caer en un charco de agua y menudencias.

Ayer fue un día muy desgraciado (divertido, si, pero lleno de mierda), y con todo, me sentía muy satisfecho y en buen plan. Hasta pude reírme de esa colección de estupideces. ¿Entonces por qué hoy, dia cualquiera donde los haya, es cuando quiero embriagarme con anticongelante, colgarme de los huevos y escuchar el
OK Computer hasta olvidarme como defecar (1)?

En serio, quiero gritar.

(1) Si, detesto Radiohead. Pero, el que este libre de pecado...
(arriba) una foto de Patricia Villanueva.

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