post no. 35

prologo: si, este es mi post no. 35. No tendría mayor importancia que los otros, de no ser porque el 35 es mi número preferido. No hay significado cósmico/pacheco/numerológico. Solo amo ese numero. Por eso importa. Y porque quiero agradecer a todos vosotros, a ti, a tu, a la parejita en la última fila: por sus visitas, sus comments y su compañía virtual. Soy como el árbol que cae a medio bosque: si nadie lo escucha, no hace ruido. O algo así.

So, ¡gracias por permitirme gritar en sus cabezas!

Hoy desayuné en el Centro. Tuve la "suerte" de encontrar un acogedor café, tan acogedor que debes caminar de costado para no trabarte en sus acogedores pasillos. Ni hablar del sano manoseo forzado (vaya baño de caballeros...). Me atendió una camarera idéntica a Pedro Almodovar anoréxico, sin pinta de conocer la palabra "dentrifico". Pedí chilaquiles en salsa verde con tostadas gratinadas, y cafe americano. Lo que siguió fue digno de serie B, W o Z: una grotesca e innombrable masa verde cubierta con retazos de pollo, y dos enormes armatostes de harina y lechuga... rellenos de mas pollo. Si el café joputa no me disolvió las cuerdas vocales, el picante doble joputa me quitó las ganas de vivir y de cagar. Y me pregunto ¿sere el único mexicano con un giant sombrero que detesta el chile?

Mañana, empezaré con lecciones de ingles intensivo pagadas. Chateé con un amigo de Grecia (freak-dark-psicosomático como yo, y quiza la otra única persona en el orbe que reverencia a Devil Doll de tan intricados modos), y descubrí que mi nivel de inglich esta por los suelos. Mi problema es la conjugación y el empleo correcto de las palabrotas. ¿Puede decirse "fuck" y "whore" como adverbios? Neta, la mitad de mi lista negra son anglosajones.

Hoy, caminé fuera de mi ex secundaria. Alli estan sus deprimentes ventanas de vidrio grueso enrejadas; el altísimo hall con murales hipócritas; las grandes y desvencijadas letras que debieron ser imponentes y a mi siempre me mearon de risa. Adentro... supongo que siguen los mismos pupitres, horrendos y anaranjados; los pasillos inagotables que hacían reventar mi vejiga; los patios demacrados donde solía tumbarme a llorar por la muerte de las moscas; la escalinata metálica que hacia mas llevadero un almuerzo deshilachado.

Supongo que, igual, seguirán cientos de ilusiones de cuarta, sueños altriciales, los estragos del amor propio que sobrevivieron a las madrizas de mi niñez. Alli seguirán mis rabietas mas intensas, mis locuras aniñadas, mi anarquismo de practicante, las kermeses depresivas y los libros que nadie mas leia. Alli seguirán los gritos de mil mascaradas que debí interrumpir. Alli me di cuenta que la existencia es un obsceno sistema engañado de casualidad, y que vivir no es otra cosa que buscar ser el perfecto error. Y que ser un perfecto error es el sacrilegio por excelencia. Y que yo adoraba ser sacrílego, obsceno y erróneo, porque no tenia la certeza de nada mas. Porque tenia catorce años, y no veia detrás de los muros.

Así, mientras hoy caminaba fuera del odioso edificio rojizo, supe que aun era sacrílego, obsceno y erróneo. Pero también, libre. En mas sentidos de los que entonces podía concebir. Que ahora mas que nunca, puedo ser quién soy, y hacer lo que soy.

Hoy me siento mejor.

Igual de mierda, igual de solo, pero libre. Molto. (1)

(2)

(1) ...hacía tanto que no decía "molto".

(2) Una vez, soñé con esta canción. Es Moby, claro.

(arriba) Les Feuilles Mortes, de Remedios Varo. Frida, te quedas sola...