la soledad debutante.

Siguen los malos tiempos. Otra vez, sin ganas de flipar ni un pepino. Estos días, me siento flaco, cansado y ojeroso. Desubicado, fuera de sitio, sin origen ni remate. Si Bill Murray me conociera, Lost in Translation le hubiese salido aun mas perfecta. Si Kurt Cobain hubiese cheleado conmigo, “I Hate Myself And I Want to Die” sería el titulo de In Utero. Bueno, no tanto. Digamos... que el Doctor Pasavento de Vilas-Mata se queda como una florecita puttana a mi lado.

Esto debe ser lo que llaman (fanfarrias metaleras)... el vacío.

Eso, los otros 599 millonesymierda de seres humanos en la Gaia. Yo, y lo que creí un prospecto de tal, nos llevabamos bien. Cual Jekyll y su Hyde. Mi vacío, mi nada , era eso entre el corazón y la cabeza, ese intermedio suave y vaporoso entre un momento y otro, que de pronto, estallaba en infinitas ramificaciones, convirtiéndose en una calma inquieta, en el parafraseo de un cuadro de Mondrian, en la sucia calma de una madrugada, en el mutis sempiterno de un teatro abandonado en sus memorias. Y que bonito sueno, vayavaya... pero es que la Madre Teresa no me conoció antes de decir que la soledad es el peor pecado del hombre. La soledad es el vacío, pero mi vacío respira y vive, lleno de oxigene, sonidos y mecanismos.

Ahora... ahora debo soportar su lado mas emo, mas post-punk, mas Truffaut. El lado donde la soledad es un larguísimo corredor sin rasgos ni matices, sin ventanas ni desmadres; una extensa porción de espacio cuatridimensional donde el eco lastima porque nadie lo escucha. Me duele descubrirme como un puntito que no puede ver sus propias aristas. Me duele ser una sombra sin luces, una sombra en la nieve. Me duele saber que, de pronto, estoy demasiado solo, kilométricamente abandonado. Me duele escuchar mi propia voz, porque solo a mi me pertenece pero nadie sino yo la escucho. Y eso, carajo, es criminal.

599 millonesymierda de seres humanos deben estar felices.

Crisisdeidentidad me ha golpeado cual Tyler Durden,

y hasta ahora empiezan a sangrar mis orejas.

Así, seguro que hay sol. Mañana.

(1)

(1) Jonathan Glazer, director. Denis Lavant. Thom Yorke. Digno de altares, joder.

(arriba) Lo Schermitore Solitario, de Roberto Kusterle. I'm a bird now.