"...es un misterio fatal"


Hay dias que estoy tan feliz y fresco que parezco Kate Winslet en ese promo de American Express; otros, me siento tan gran-mierda-jamas-defecada que quiero subir a un puente a orinar sobre todos los vehículos a mi paso.

En un momento, estoy llorando con una película de los hermanos Zucker, y al minuto siguiente mando a mi tierna hermana y sus preguntas de infancia muy al carajo.

Puedo despertar, meterme unos jeans, el iPod y salir al mundo con los restos del pijama y una mala noche, o pasarme dos horas frente al armario lamentándome por no haber comprado esa chaqueta Fobo cuando tuve el chance, peinando una y otra vez mi cabello sin puto remedio.

La misma tarde puedo menear caderas descaradamente a lo
Bad Romance frente a un grupo de monjas incautas, deprimirme porque al osito Bimbo le pusieron bigotes en un cartel, meterme a un hotel a follar con buen gusto y suspirar por un abuelito tocando una pieza de Prokofiev en el metro.

Puedo negarme tajantemnte a echar a la basura una calcomanía de Winnie Pooh y llamar a mi novio al móvil solo para decirle
“cari, te adoro”, y en un ataque de nervios echar por el retrete todas las cartitas, mensajitos y demás mierdillas que suelo atesorar, quemar media docena de peluches y revolcarme por el suelo pajeándome a ritmo de Antichrist Superstar.

Lease crisis de identidad (1).

Mierda. No es que me hayan faltado depresiones, suicidios fallidos, embriaguez espontanea y cuevas de sabanas, pero no entiendo porque diablos ahora tengo que sufrir con ganas lo que no pase el resto de mi adolescencia. De cualquier forma, me valdría madres, de no ser porque podría dejar de ser yo. Y que estupidamente aniñado me leo, pero en serio: de pronto algo dentro de mi pide no mas, sino diferente. Todavia mas diferente, siquiera una pizca del otro yo que yace acuchillado alla por el reino de Oz.
Y temo que, de alguna forma, deje de ser quien soy, el tipo hijodeputa malhablado sarcástico y psicoanalítico que odio pero me gusta saludar en los espejos.

Chale. Malditas hormonas,
maldito desarrollo libidinal,
maldito Enrique Bunbury.

(2)

(1) nombre científico/chorero para lo que llamo "frikadas".
(2) nah, no estoy tan mal, pero Adonowsky mola.
(arriba) Videotape, de Alex Gross. Soy fan!

4 comentarios:

sangrefria dijo...

ja, nada fuera de lo normal en tu vida diaria, al menos cuando estabas cerca de mi (nota mental: extraño eso, era divertido)y tienes razon Adonowsky mola. espero te pudras en una fosa comun.

RESET reset RESET dijo...

Wauuu... la blogsfera tiene sus sorpresas... excelente blog y post, la mierda sumergida en un ambar surrealista pesimista... saludos oscuros...!!!

Elisabeth Lacunza dijo...

enorme post! muchas gracias por el feature a un lado
besos

a quien le importa el nombre ... dijo...

ee ese me gusto !! xq amo a kate winslet .. y xq parece q estabas deprimido a no vdd confundido jajaja !

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