post # 53.

Hoy... no sé que postear hoy.

Tal vez una lista de los greatest hits de los 90s con la palabra “estiércol” empleada como adjetivo, tal vez mis numerosas dudas existenciales en torno a los números de Lost o las fotos de Bob escondidas en la caja secreta de Patricio Estrella. Tal vez les cuente mis sueños recientes poblados de furcias, violines, vochitos, gordas cabronas y satanes de bolsillo. Tal vez finalmente me suelte esa retahíla/pendejada en la cual he de descifrar el porque de mi pretendida asexualidad y los móviles que me arrastran a comerme las servilletas de los restaurantes en la Narvarte. Tal vez recuerde alguna conversación lúdica y genial, de esas que me guardo en el fondo de mi corazón para mis reducidos más bienamados lectores, aun cuando sea yo una bazofia de opinólogo, como diría Alex.

Tal vez les cuente el drama que armó Miranda cuando me vio llegar con Susan, cosa que terminó en un pinche berrinche con el cual me auto-expulsé de la clase después de que el mismo me echara, yéndome con la promesa de no volver y nunca soportar a ese enorme cerdo con manos magica, actitud infantil y pendeja y nula vibra erotica. Tal vez les cuente mi sentir sobre el terremoto en Chile, sobre los terremotos en medio Oriente, sobre el iceberg de 78 kilómetros sobre el cual James Cameron ya esta hincando los dientes. Pero una discusión filológica sobre el porqué de la malvada madre naturaleza derivaria en una discusión sobre los pezones de Sheldon Cooper y la ansiedad cronica que ha destrozado mis dedos. Tal vez les cuente mis peripecias para conseguir un trabajo; quizas porque yo no me trago el mileurismo o las tonterias de jóvenes emprendedores, pero a menos que cambie de sexo y me haga un doctorado en doce carreras distintas y me folle a medio barrio no creo conseguir nada en unos años.

Tal vez les cuente mi creciente adicción al twitter; lo mucho que odio amar los soundtracks de films de acción ochenteros con sintetizadores chafas y el
“wuuuu-wiiii-tuuuu” patentado y puteado; la creciente necesidad de ver a Muse en vivo; el enorme grano en el culo que significó ver The Lovely Bones, cuyo único gran merito esa esa criatura llamada Saoirse Ronan y Susan Sarandon borracha; esa vanidad reventada que ahora me engancha al espejo por un par de horas, buscando todas las combinaciones posibles que acerquen mi cabello al de un Aladdin Sane o Bill Kaulitz. O tal vez posteé una canción ad hoc con esa nostalgia que se me instaló al darme cuenta de que estoy soltero, quizas mas que antes... y en realidad me valdría madres de no ser porque los prospectos mas cercanos rayan en lo ilegal, lo caricaturesco y lo politicamente correcto.

Pero... como no sé que postear hoy, mejor no postearé nada... ¡Ah, ya sé! Un ejemplar mal chiste.

Tipo 1 esta en el piso 15 de un edificio, mira por el balcón hacia abajo, gritando con las manos en la cabeza: “¡¡se hizo mierda el del 504!! ¡¡se hizo mierda el del 504!!”
Llega
Tipo 2 a su lado, y pregunta: “¿donde? ¿donde?”
Tipo 1 se asusta y cae al vacío.
Tipo 2 mira hacia abajo, gritando con las manos en la cabeza: “¡¡Se hizo mierda el del 505!! ¡¡Se hizo mierda el del 505!!”

¡Bang!

...in excelsis deo.


Cuando alguien muere, es de ley ensalzarlo mas de lo que merece: podría haber pasado doce años de after con una colección de muñecas inflables y demás gracias, pero en su lapida escribirán que predijo con meses de diferencia los números del melate. No importa si eras una buena o mala persona (aunque ciertamente, yo creo ciegamente en los grises, maravillosos e intrínsecos grises), el día de tu muerte ni la madre de Calcuta es merecedora de verte a la cara.

Ayer murió mi tia abuela, Gloria Estela. Hace un par de meses, corria en su caminadora, trabajaba frenética y feliz en su bufete, estudiaba metafísica psicoticamente, cuidaba de su piso, sus plantas, chateaba con sus nietos, y concluía la construcción de su casa con muchos baños y pocas puertas.
Hoy, la vi maquillada pulcramente, vestida como una musa, entre las correctas paredes de un ataúd de madera cara. Un montón de flores, un montón de velas, un montón de lagrimas, y un montón de sueños deshechos a medias por un cancer que nadie sabe como carajo llegó.

No, no la voy a ensalzar. No voy a enflorecerla, que ya hay toneladas de rosas y claveles yaciendo sobre su perfecta y cálida tumba. No diré que jamas hizo daño a nadie, ni que era una santa, ni que era la pureza viviente. Solo puedo decir que pocas veces puedes conocer, querer y ser querido por una mujer tan fuerte, decidida, desafiante, potente y vital. Que pocas veces puedes conocer a una mujer que le queda grande a un remedo de hombre. Que pocas veces puedes conocer a una mujer admirable por ser quien es, no por cambiar el mundo o salvar Gotham o limpiarle el culo a Alfred Nobel. Sino por ser ella, la felicidad hecha cotidiana. Yo la conocí, y me bastó para ser feliz en esa forma que solo ella podía conferir.

Gracias, tía. Hasta mañana. Te quiero...
Joder, ahora ve y zurrate a los santos chapuzas alla en los cielos.
Decretado, decretado, decretado.

"she whispered to me, she told me her name and her name is,
and her name is, and her name is, and her name is GLOOOORIA!"

...goes to the musicals!


Soy Yess... y soy adicto a los musicales.

Ya, neta. No creo que exista cosa mas genial que ir por la vida gris y adecuada, con monosílabos en la boca y mascara de huelemierdas conformes y, de un segundo a otro, soltar las canas, el encaje fluorescente y el talantón que todos llevamos dentro, brincar a un auto cual elástico cervatillo y corear frases llegadoras tipo
take a chance on me o “my mother made my tits out of clay!”. propagando el canto por las calles peor que la influenza chilanga.

Ignoremos mis tendencias transgenérico/morfológicas al caos y el estrepito; la influencia de la tele de paga 24/7 y su mala educación; años de esnifar el choco krispis que se cae al suelo y las lobotomias practicadas con espinas de pescado y crayolas en mi tierna infancia. Si tengo un gusto culpable, alarmante, y propio de tratamiento Ludovico son los musicales: los estrambóticos, los gays, los sobrios, los mamones, los kitsch, los freaks, los travestidos, los estúpidos, los gooore, los dramáticos, los ingenuos. Soy como la
Loba de Shakira (sin tacones de aguja magnética, che), y mis hombres son flamantes producciones de a peso o a millón.

Hoy vi por tercera vez
Jesus Christ Superstar. Visité por enésima ocasión Repo! The Genetic Opera, empecé a bajar una versión porno-folk de Alice in Wonderland, y le di cinco vueltas al disco de Hedwig and the Angry Inch. En la ducha tarareé una tonadita de Fred Astaire, en el café donde comí con Susan reprimí mi vejiga a ritmo de Sweet Transvestite, y el iTunes me mira feo cada que repito Zydrate Anatomy hacia el paroxismo. Si, tengo un problema. Si, es el trastorno mas gay e inadaptado conocido.

¿Saben por qué todos odian los musicales? Porque, como diría el maestro Alvaro Cueva en una crítica a
Glee, “propone volver a la alegría, al entusiasmo, a las cosas simples que nos hacían felices cuando éramos niños aunque nadie esté de acuerdo, aunque se vean ridículas, aunque aparentemente no funcionen”. Okey, tal vez no aplique en, digamos... Repo!, o la antes mencionada Alicia en Calzones (gorjear un aria mientras te descuartizan o te follan duro no tiene nada de Montesori), pero lo cierto es que, salvo excepciones, un musical recupera eso, la energía y la buena vibra que los seres humanos hemos estigmatizado como algo roñoso y pragmático, ajeno a nosotros. Como si de pronto la espontaneidad y liberación de bailotear lo que te plazca fuese propiedad ajena. Como si ensoñarte en una realidad desenfadada, ligera, saturada de tap y coreografías imposibles fuera impropio en tiempos donde lo inmediato y apresurado, de lo ex aequo et bono.

“In a musical, nothing dreadful ever happens”,
dice una Björk imponente en Dancer in the Dark.
Y todos deberían decir amén.


pd.01: Y si, solo eso quiero decir. Hoy estuve entre histérico y meditabundo. Que día raro... Si no sabes de donde salió la foto de (arriba), no has vivido.

smells like... me.


Hoy, el ingente pionero de los emos (Robert Smith no cuenta, che), maestro de la tristeza, príncipe de la soledad y alquimista de los corazones congelados cumpliría 43 años...
Entiéndase, Kurt Cobain.

Si estuviera en cuatro de mis cinco sentidos (excluyamos el olfato), probablemente lanzaría una diatriba digna del buen Kurt. Lennon fue merecedor de un post, y eso que no me raya tanto como Nirvana (¿alguien me recuerda escupiendo en el espejo de un baño público a ritmo de
Rape Me?).

"with the light out, it's less dangerous / here we are now, entertain us." (1)

Kurt es totalmente distinto. Es el tipo de creadores, artistas o sufrientes que toda persona debe venerar por lo menos una vez en sus días. El escaso legado de Nirvana como tal podría ser el mas sobrevalorado posible. Ya ni decir que Novoselic y Grohl quedaron muy atrás de su vocalista. Porque Cobain fue y es mas que un mito, o una insignia de la desesperación puberta... A la mierda si sentó el prototipo del rockstar con furcias en el backstage y coca en la nariz. A la mierda si deja al
Che Guevara de Korda como estampita de sonrics. A la mierda si su herencia fueron unos converse deshilachados, pocos demos y una ex esposa de cuarta. Muchas cosas se fueron al traste después de sacudirme mis tontos y patentados tabúes y darle play al Nevermind... Ah, fuck. Hay muchas cosas que puedo maldecirle y agradecerle, y a veces me faltan palabras para definirlo.

El es una de las razones por las que uso la
K al inicio mi apellido seudónimo; hay otras variadas y wikipédicas razones, pero hoy me importa la K de Kurt y la K de Knox. Sus canciones me hicieron reconsiderar mi amor por el rock, entonces mera estima: comencé a leerlo como un modo de vida, un status, mas alla de sus pretensiones poéticas. Bandas van, bandas vienen, pero no pasan ni 24 horas sin escuchar Heart-Shaped Box en el iPod un par de veces. La ideologia y fantasmas de la generación X se me descifraron con sus letras de mosquitos, bombones, muñecas, biblias y desodorantes: ya no era solo una edad de melenas horrendas y hachis y la revista Mosca reemplazando el porno bajo el colchón, ahora era una expresión, una contracultura, la bohemia del siglo XX. No era un grito de auxilio, era furia y libertad cristalina; nadie necesitaba ser comprendido, solo necesitaban ser escuchados. Basicamente, mi verdad absoluta.

Es una de las muertes artísticas/rosas que mas haya lamentado... ademas no sería padrote llorarle a Paganini con tanto retraso. Si antes, con mi infantil libido y ansias embotelladas, no pude brincar y embriagarme en desmadre juvenil, ahora pongo In Utero, y me desgajo la garganta por toda la habitación.

Y lo mas importante: Kurt es la prueba fehaciente de que el odio puede ser una de las emociones mas enérgicas, complejas y maravillosas. Tal vez su mentalidad fuese un tanto mas alegre y rosada que la mia, pero no hace falta ser un genio para adivinar en cada vocal, en cada nota, que ese odio soltado a pequeñas dosis fue la genesis de una obra tan pequeña como exacta y descalabrante.

Ahora si, se me acabaron las palabras. Todavia hay un corto tramo de mi firmado con sus iniciales, pero a nadie con buen humor o una mina en casa le apetecera escuchar los detalles mas oscuros, deprimentes y gregarios de mi filosofia de baratillo. Pero creo que quedo claro: Kurt Cobain rulez, ningún rocker joven y atormentando lo podría haber hecho mejor. Si aun viviera... este mundo sería algo mas gozoso.
Rocker, y gozoso.

"cut myself on angel hair and baby's breath." (2)

(1) si, dios también hace covers.
(2) me follo a quien toque esto en un violín.

#49. evo-lutions.


Alex: “que NASA ni que mierda.”
Yess: “que leyes de la robótica ni que nada."
Alex: "¡aguante Evo!"
Yess: "coño... ¡denle un premio al que diseñó eso!”
Alex: “me preocupa que la gente vote a eso.”
Yess: “bah. Mientras nos den un rato de humor...”
Alex: “cierto. Pero le falta alerta a tsunamis.”
Yess:la piedra esta bajo el agua.”
Alex:tiburón mascando la piedra.”

Y yo que me quejaba de Juanito cantando Abusadora. Duh.


pd.01: Oh, si. Quiero dar las gracias a los 23 seguidores de este H. Blog. Si, soy un joputa. Aun así, merci, por sus followers y sus comments y sus tiradas de mierda. Hacen que cada mañana sonría al repartidor de gas, y el, a su vez, me eche un piropo.

pd.02: Hace rato traigo ganas de preguntar: ¿que les parece aprendizdesamsa? ¿que le falta? ¿que le sobra? ¿mas porno? ¿menos conversaciones intrascendentes? ¿mas momentos mantecadas bimbo? ¡Opinen, que no muerdo!

gotas de lluvia, y Bunbury. dah.


Ayer no postee porque, basicamente, dormí hasta las siete de la tarde. Como solo Andy Warhol puede hacer de alguien durmiendo la quintaesencia de lo irónico (y a mi me faltan las greñas y los huevos factory), no tuve nada que contar. Pasé mis pocas horas consciente machacándome la cabeza con hard rock, esperando el nuevo álbum de
Enrique Bunbury. Y llegó, Mediafire mediante. Las Consecuencias es... bueno, ignoren las tres primeras canciones, y que nadie lo niegue: son basura. Cualquier primate preppy posmoderno sin la tercera parte del cerebro de un Nacho Vegas, digamos, podría componerlas. Nada de ese zen ibérico en abstracto que lo convirtió en el Jim Morrison español, nada de esa instrumentación preciosa que prometía. Nada. El Boxeador, con todas sus letras, es de risa.

Pero a partir de
Frente a Frente, el disco se pone mejor. Y no solo porque adore a Jeanette Dimech y sus notitas de terciopelo ochenteras, sino porque la canción, con su inmensa simplicidad, es gloriosa. Al cover de Bunbury le sobra oscuridad pero le falta innovación, y no me explico que carajo hace Miren Iza allí. Su voz no tiene nada de naive, como han dicho. Y al lado de Bunbury, queda como... como Dolores O'Riordan cantando Ave Maria con Pavarotti. O sea, un avestruz con ataques epilépticos. Okey, me desvio.

El resto del disco se va entre baladas tenebrosas, cortes desérticos y acústicos, desarticulados guiños a la ola de rock castellano. Bunbury le tira mas a Leonard Cohen o algo mas brumoso e íntimo que a las tende
ncias poperas y aburridas del Helville DeLuxe, ¿o hace cuanto le escuchaban algo como 21 de Octubre o Es Hora de Hablar? El resultado final es... bueno, lo mismo que hace Bunbury siempre, con su voz engolada y liricas barrocas, pero agregándole el porte que Alex llamó “un vaquero rete-freak".

A ver si Bogo se toca el corazón, y no me manda otro diluvio filisteo como hoy. Empiezo a cansarme de lo trillado que es escuchar Cocteau Twins con la lluvia salpicando la ventana, y toda esa cala.

"sal de su vida, sal alegría / no hagas mas daño a quién todo te dio."

finde de mierda.


(1) Si, finde de mierda. Otra vez. Ni fui a la fiesta Repo! (RTP, metelo donde te quepa), ni a la compilación de maricas (o sea, manifestación pro-matrimonio/adopción homoparental... pero no, soy un pinche sarcástico). Supongo que Susan debió quedar atrapada en su retrete o en su colección de corcholatas, cual Stefania Casini en Suspiria, y se olvidó de llamar. Ah, porque ni muerto sale una llamada de mi telefono. Jodete, amigo kit.

Así que dividí el finde entre mis sepias caminatas por el Centro (decidido, mi lugar favorito en la Tierra es el Zócalo),
The Who, sandwiches y nutritivas sesiones de messenger. Ya no digamos que ignoré olimpicamente San Valentín, amen de ser un domingo cálido y molón. Si, el tópico “inche comersializmo (sic)” tiene tanto de cierto como el pene de Leidi Caca, en particular porque es mas una excusa hype para ser interesante que una autentica declaración de principios. ¿Como puedes criticarle por ser un mero formulismo económico, si no hay una sola fiesta en 265 días que no esta expresamente diseñada para eso?

(2) ...Ahora, mi teoría puntual. Si el amor y la amistad existen, si son los sentimientos mas nobles y dignos del ser humano... ¿por qué debe existir un día para celebrarlo? Como si los creyentes tuviesen el día literal de Bogo, o los ateos tuviésemos el día del Monstruo de Espaguetti Volador. Okey... existen, pero saben a que me refiero: no puedes compensar 364 días de hipocresía mal sustentada, frivolidades y egoismo con... mas hipocresía, mas frivolidades, y mas egoismo. Una persona que se sienta amada no necesita 24 horas mutada en la Julia Roberts de la Naucalpan, necesita saber que cada minuto, cada segundo alguien, en algún lugar, la esta amando a su imperfecta y maravillosa manera.

No creo en el amor como sentimiento: es una reacción hormonal/biológica, o una excusa para el sexo vainilla. A mi no me aplica (ay). Pero si respeto y admiro a los que aman de verdad, con los huesos, con ansia y con dolor: no a los que se juran amor eterno cual Safo a la semana de morrearse. El amor, sea lo que sea esa mierda que te sale de la nariz en el coito, hiere, quema. Los amores matan.

Y no, no estoy cursi. Acabo de ver
The Room. Nadie puede ser sensibilizado por esa peli a otra cosa que no sea el terrorismo.

(3) Cambié la cabecera del blog, si. Ahora es una de mis ilustraciones favoritas de los Bunny Suicides, una famosa serie de libros de Andy Riley sobre... ingeniosos conejitos suicidas. Puro humor de altura. Chequen acá, y cómprense los libros. ¡Yo lo avalo!

(arriba) Dame e Cavalieri, de Ruven Afanador.

be obscene, be/be agressive!


Alex: “agh, internet de mierda.”
Yess: “pucha.”
Alex: “se corta, no podré vivir en paz.”
Yess: “putealo, que pague.”
Alex: “...”
Yess: “¿lo estas puteando?”
Alex: “si, y esta llorando como una nena.”
Yess: “yupi.”
Alex: “hahahaha” (lease como la risa falsa mas imposible)
Yess: “aja... y... que tal el clima?”
Alex: “calido, con probabilidades de chaparrones y tormentas.”
Yess: “cool, weather man”
Alex: “¿y ahi?”
Yess: “ni idea, reprobé geografia en la primaria.”

(pausa dramática/aristotélica.)

Alex:
“¿mataste algún cura hoy?”
Yess: “¿eh?”
Alex: “digo, pregunto.”
Yess: “no que yo recuerde.”
Alex: “ah.”
Yess: “pero maté a un lechero.”
Alex: “ah, esta bien, al lechero si”
Yess: “aja... Y tú... ¿mataste alguna furcia?”
Alex: “no, pero maté una cucaracha anoche.”
Yess: "wow, eres un criminal.”
Alex: “¡si! Y no le temo a Chuck Norris.”
Yess: "deberías. Puede hacerte mierda con un solo pedo.”
Alex: "ay, es tan macho. En especial esa barba.”

(pausa.)

Yess: “te tomaste en serio lo del transexualismo, ¿verdad?”
Alex: “no, solo yo traviesa, ¿por?”
Yess: “olvidalo, hoy mi cabeza desvaría.”
Alex: “¿uh?”
Yess: “Miranda me hizo cabrear.”
Alex: “¿Mirando?”
Yess: “ese mero... infeliz...”
Alex: “que mala onda, jaja.”
Yess: “se me fue a la yugular.”
Alex: “a la mierda.”
Yess: "¿no te emputa cuando se burlan de ti en tus narices?”
Alex: “¡joder, si! Y yo se quien tiene la culpa.”
Yess: “¿?”
Alex:Lolo.”
Yess: “¿el de la guitarra?”
Alex: "exacto, la clave esta en la guitarra.”
Yess: la guitarra de Lolo tiene la culpa de mi mal vivir...”
Alex: “sip.”
Yess: “y cuando hablamos de Lolo...”
Alex: “¿ah?”
Yess: “hablamos de...?”
Alex: “¿Lolo?”
Yess: “¬¬. ¡Trato de hacer esta conversación guay!”
Alex: “ah, jajaja.”
Yess: “¡porque hoy tengo paja de postear!”
Alex: “...oh, perdón, perdón. Mmm, hablemos de sexo.”
Yess: “el sexo no vende.”
Alex: “pero se disfruta.”
Yess: “che, sin material gráfico no funca.”

Acto seguido, encendió la webcam. Gulp.


pd.01: mañana sabado, fiesta Repo!. Maldito sea el glowstick rosa.
Deseadme suerte.
pd.02: el domingo, todos al Angel para compilación de maricas. O sea, manifestación a favor del matrimonio y adopción homosexual. ¡Que no somos machos, pero somos muchos!

aprendiz de Charlie Kaufman.


1. Solo a mi pueden pasarme cosas como...
romperme casi los tendones con la cuarta cuerda de un violín.
Tal vez porque tocando a Saint-Saëns equvocamente me siento Jimmy Hendrix y chingo a la pobre criatura con riffs. Pero es que, carajo... no puedo escucharme como un cisne navegando sobre las suaves aguas. Mi naturaleza es el oprobio y el horror, no hacer “cuak, cuak” en corcheas... lo cual no demerita que Le Cygne sea be-e-llísima. Como sea, en el tercer compás noté que mi dedo de britniseñal empezaba a menstruar. Per se, recordé que los dedos no tienen periodo, y de pronto, me encontraba en el pasillo chupándolo obscenamente y limpiando el arco sobre mis jeans. Dolía como castración. Ni siquiera Susan y su complejo de Madre Teresa corrieron a mi auxilio; todos estaban mas angustiados por las partituras antiquísimas sobre mi atril y su probable, sanguíneo desenlace. Okey, yo haría lo mismo... pero un curita hubiese estado padre, ¿no?

2. Me encontré a mi lejana ex novia, afuera del hospital donde esperaba a mi madre. Acompañaba a la suya (nunca mejor dicho), una "Señora que" digna de feisbuc. Fue de esos momentos incómodos que no sabes como mandar a la fregada; te resignas a soportar el interrogatorio forzoso, a comentar lo bonito de su cabello y los atavios flogger/punk/otaku, y a cerrar tu memoria a los recuerdos y sucias sandeces, dirty-talk incluido, porque la dama a su lado te mira con ojos reptiles y acusadores. Para rematarlo, mi madre apareció de pronto. Si no me ahogué de panico, fue porque ya estaba muerto de hueva. Y es que no hay nada mas insoportable que pensar en tu estoica madre guardándose el “puta” para la telenovela de las ocho, y el par de tetas vírgenes y amazónicas que conociste casi en la prepa.

3. Descubrí que tengo un serio problema con la comida chatarra. La mitad de mi gasto se va en papas a la francesa, sandwichs helados, panditas, alegrias, chips, galletas de animalito, cheetos.... Bendito sea mi metabolismo adolescente: cuando llegue a los veintitantos, o lipo o anorexia. Aunque ser gordo tendría sus ventajas: asientos extra en el bus, o vean a Hitchcock... nadie sabra que pedo con Psycho, pero todos recuerdan su barriga.

4. En efecto, hoy no tenía nada que escribir. Pero si no escribo, no recuperare ritmo. Y si no recupero ritmo, no escribiré mi novela. Y si no escribo mi pinche novela... bueno, crash and burn. Cual ladrón de orquídeas.


(arriba) el vocalista de Sigur Rós, en solista. Aplausos.
(mas arriba) violín de los Abney Park, diseñado por Molly Friedrich.
¡Me muero por uno!

las niñas no saben volar.


1. No sé como hace Miranda para transitar de una charla amistosa, amena y complice a chingarte la madre con lengua viperina. Dicen que es bipolar... ¿va, y yo que soy? ¿un indefinido acidamente adorable? Lo mas odioso de todo es que, tratándose de sus alumnitos de ocho o nueve años, se convierte en el Hada Madrina, en Barney o cualquier lagarto amanerado. Nunca puedo ocultar mi cara WTF? cuando coge esa vocecita cantarina y aleccionadora, cual Miyagi de segunda, y les deletrea con paciencia tibetana las notas musicales. Acto seguido, les dice a los niños que me torturen para que me largue a un psiquiatra (sic).

No me gustan nada los niños, pero tampoco evito sonrisas ilusorias y maternales al verlos jugar, correr y embarrarse. Adoro su infinita capacidad de sorprenderse, su admiración por los detalles inutiles y su imaginación... Pero antes que nada, son personas. E igual que puedes enchufar con algunas que no vienen al caso, las hay quienes podrías matarlas sin remordimiento. En mi larga lista negra
Samarita Morgan va casi a la cabeza.

Es una de las nuevas chiquillas, morena y flacucha, y me odia por mi dicción de la palabra “escotadura”... y por no ser divertido. Vaya, yo que creí ser
la octava reencarnación de Andy Kaufman, mocosa. Let it be. Seguro si yo tuviera nueve años, me sacaria la lengua o me escondería los plumones o me aplastaria el frutsi o me robaría mis tenis con lucecitas... Pero tengo 19, mientras que la pequeña gremlin viste como furcia y no sabe el significado de "menstruación". ¡Ja!

Fuera de eso, hoy cumplió mi sueño violinístico/húmedo: tocar
Face The Wall, de Emilie Autumn. Estaba en su momento de tito bacana (o un wey chido, pues), dijo que era fácil, y bastante bueno. ¡Joder! Para sacarle un cumplido a Miranda sobre mis gustos esta cabrón. Para cerrar, dijo que podía enseñármelo... con la eterna promesa de “a mi ritmo, en dos semanas lo tienes, chavo”. ¿Como lo hace, fuck?



2. Vi Bug, de William Friedkin; si, el mismo caballero que por treinta años nos ha obligado a hacernos caca con esa belleza llamada The Exorcist. En esta, cambió las niñas obscenas, los sacerdotes sementales y la infame sopa de chicharo por lesbianas indecisas, esquizofrenia, insectos chupasangre y Ashley Judd. Si, la Judd como una desolada camarera que, tras conocer (si, cogen) a un veterano prófugo llamado Peter, cae en su… espiral de autodestrucción, convencidos de que Peter es parte de un experimento del ejercito; mutilaciones y pizza incluidas.

Chance y me sacó un post completo. Porque Bug se lo merece, ya no por ser una de las cinco películas que me han troceado la medula de terror. Sino que, como pocas, es un insuperable relato sobre la locura y la fuerza de la mente, de los sueños rotos y la paranoia insensible. Los que crean que Russell Crowe en esa bazofia moralina de A Wonderful Mind esta genial, deben ver a Michael Shannon en Bug: es el loco mas loco y perfecto jamas visto ante una camara, y la Judd... lo mismo, pero con el bonus de ser chica. Y todos desde Hamlet hasta Warhol, sabemos que las mujeres locas sin rimel son la tentación de cada parroquia...

¿Querés el post completo? ¿Si? Dah, ya lo estoy haciendo.



(1) For the Lace Ball, de Cecil Beaton.
(2) Brían O'Byrne y Michael Shannon en Bug.

sunday bloody sunday.

"broken bottles under children's feet / bodies strewn across the dead-end street."

(1) Fui con Susan al Centro, para el antes citado concierto dedicado a Kiko Chopin. Nadie nos dio razón del mentado recital, así que decidimos esperar hasta las cinco, cuando empezara el concierto de una Camerata. Vagamos durante un par de horas antes de que la damita se dignara a detenerse para comer... O creo que fui yo el que ponía cara de huelemierda en cada puesto de tacos/tortería/cafetería en el camino. Comí enchiladas suizas, y Susan, convencida de que los alimentos carnivoros son hechos con penes humanos, pidió molletes. Dah.


(2) Pagamos poco (YES!), y deambulamos a paso abuela hasta la Gandhi de Quevedo, a buscar libros infantiles para su sobrino. Solte un “¿que fucks?” al ver a Cortázar en la sección Erótica, y ahuyenté a alguna respetable clientela, de esa que debe sentirse hype por buscar libros de Dostoievski que no lee y comprar en starbucks. Sonreí. Me dijeron que si tenían Amberville, de Tim Davis; pocos ejemplares, pero los tenían. Sonreí de nuevo.


(3) Había una manifestación por la calle 5 de Mayo, y justo antes de empezar a gritar pendejadas sarcásticas (si, soy un anarquista joputa), noté que eran activistas contra las corridas de toros. Fue un orgasmo múltiple, que justo por estos días pensaba porque nadie protestaba con huevos sobre ese montón de afeminados con lentejuelas acuchillando seres inocentes. Me sentí... ¿emocionado? Sabiendo que aunque la mayoría de mis causas son batallas perdidas (la igualdad de géneros, la adopción gay o el mundo en manos de Pinky), hay una que aun vale la pena. Bah, yo me entiendo. Tardaría cuatro tesis en volcar el odio puro y seco que me produce la tauromaquía. Tradición, festejo, fiesta brava, “arte”... por favor, no mamen.


(4) Casi llegando a la Torre Latino, devorando sundae de chocolate, un trio de cuerdas se plantó frente al pasaje Alameda. Somos tan geeks y violinos, que nos echamos en el suelo a esperar que tocasen. Eleanor Rigby, Por una Cabeza y demás chuladas. Susan ahora presume que “tres chicos guapos me tocaron”... ok, la vieron tan sola y despechada que le dedicaron el Canon de Pachelbel. Será su máximo, pero estoy hasta la madre de escucharselo.

A destacar el hermoso violín del Guy #1...


...y el cellista mas rocker que Eicca Topinnen.


(5) Bah, llegamos tarde al che concierto. Por ende, estuvimos en la ultima fila, bendito sea. Dormité como solo yo puedo hacerlo en eventos culturales y clases de astronomia. Estuvo de hueva. Supongo que no podía ser un domingo tan chido. Crisisdeidentidad ©, ni sus luces. Ja.

"how long, how long must we sing this song?"

(arriba) Obras de mi adorada cámara digital.
(mas arriba) mi foto favorita de hoy. Le puse Islands.

raining again.


Fucking lluvia apocalíptica. Casi 16 horas de diluvio, gris y enfermizo. No de esas lloviznas acogedoras que te dan ganas de echar a correr en pelotas cual canción de Amaral. ¿Se acuerdan de The Day After Tomorrow? ¿o de Gene Kelly pescando una pulmonía en Singing in the Rain? Joer. Fui prisionero en mi habitación, devorando nueces con chocolate, New Mix con jugo de naranja (WTF?) y viendo telenovelas argentinas (1), envuelto en una chamarra hippiosa de mi madre y contestando con desgana las llamadas de Susan para escuchar a un cuarteto de cuerdas en la calle de Moneda.

Susan: “¡tocaran a Federico Chopin (sic), tenemos que ir!”
Yess: “es el apocalípsis, princesa, quiero irme al infierno machacan... espera...”
Susan: “¡ay, llevamos paraguas! Estoy cuidando a mi primito, pero ahorita lo mando a la ch...”
Yess: “¡espera! ¿dijiste... Federico?”
Susan: “emm... no.”
Yess: “dijiste Federico, estúpida.”
Susan:bip... bip... bip... bip.”

Y si eso fue lo mas destacado de hoy... vaya día de cala.

"I never even stopped to dream and... / the world is coming out so cold."

(1) Crisisdeidentidad. El horror.
(arriba) Catatonic Atrocity, de Vitaly S. Alexius.

aprendiz de flogger.


Acabo de darme cuenta que mi ritmo de posteo esta intimamente relacionado con mi jodido reloj biológico. Y me doy cuenta que mi jodido reloj biológico esta intimamente relacionado con este puto año sabático forzado. Al principio, en ese ya lejano y veraniego junio de crepúsculos arrebolados, intui que 12 meses de paja impermeable y Nickelodeon ocho horas diarias me caerían bien después de tantos años de sufrir con estudios, notas y mierdas académicas. Me encantaría decirle “april fool's day, idiot!” a mi poco distante yo del pasado, con su pants de Cedart y la vieja sudadera verde, para responderme “come cala, idiota”.

En serio, estoy hasta la madre de no hacer
NADA. Y no, NADA no incluye las clases de violín, el ingles intensivo, los trabajitos ocasionales, los conciertos sin cover y mis largas sesiones de destrucción asistida con Susan. Porque, juntando todo eso, no es ni la mitad del esfuerzo y adrenalina que usualmente tuve por muchos años. Quizas es eso, el vertigo, la presión y las carreras por salvarme el pellejo (en varias formas) lo que extraño.

Quisiera volver a las 16 horas ininterrumpidas de escuela, quisiera volver a las tonterias y gilipolleces, quisiera volver a tener una crisis nerviosa con ganas, quisiera volver a pelearme a golpes con Melissa por un error ortográfico en un texto, quisiera volver a gritar y patalear a mis actores por una sartreana escena imposible, quisiera volver a correr por la colonia Tabacalera en ropa guarra para terminar un trabajo de psicología cuasi-enciclopédico, quisiera volver a subsistir gracias a galletas de vainilla y sabritas, quisiera volver a agotar la tarjeta del metrobus en 26 minutos, quisiera volver al estres de lo arriesgado, y los tontos miedos juveniles.

Pienso en el carpe diem, pero le gana el memento mori, pendejo (sic)... pero recuerdo que muerto no puedo soñar, y ahora, lo único que evita me ponga una botarga de Calcetín con Rombos Man y ataque ingles ajenas con una perforadora recitando a Bukowski es eso. Soñar, o lo que se parezca. Por lo menos, lentamente, este puto año sabático termina, que Crisisdeidentidad
© empieza a convertirse en mi Tyler Durden azteca, y que estoy encontrando muchos proyectos y variedades para volcar mi hormonal energía reprimida. Un paso a la vez, tigre.

I want the one I can't have / and it's driving me mad / it's all over my face.

(arriba) Isolation, de x-horizon.

touch me, creature of the night!



Se acabó el papel higiénico,
suerte que hay servilletas.


OK, no, mi casa rebosa provisiones de Pétalo y Charmín; y mi mania por tener la nariz limpia reina mi habitación de cuadritos de papel cuales mocosos heroes caídos. Pero no tengo absolutamente nada, nada interesante que contar...

¿
Que mi hermana salió de vacaciones a Cancun, se hospeda con mis tios en un buen hotel, y visitará la isla que fuera el reino de Oz en mi infancia? ¿Que en unas horas donaré la suficiente sangre para entrar mi propio espiral de autodestrucción (sic)? ¿Que vi por enésima vez Terminator 3 y, siendo el único ser vivo que soporta la ausencia de Linda Hamilton y al gilipollas de Nick Stahl, sigue pareciéndome magistral? ¿Que... me perdí un concierto por gritar mierdas a una enfermera por telefono? ¿Que acabo de descubrir que la palabra mierda y sus varias conjugaciones y fonéticas son mis máximos? ¿Que vuelvo a sentirme feliz como una colegiala sin braguitas?

¡Ah, si! Vi por primera vez
The Rocky Horror Picture Show. Si, soy un hereje, pero lo había olvidado; igual que olvidaba escuchar The Wall antes de los catorce, igual que seguiré olvidando terminar de leer a Aligueri. A fin de cuentas, por fin me digné a verla. Canciones divertidas, freak destilado en cada poro, Susan Sarandon monjil, el chuper-super time-warp, Meat Loaf hecho carnitas, gothic-kitsch-cabaretero con medias de red y Frankensteins majas, Peter Hinwood como el troglodita mas sexy del siglo XX... y esto. Tim Curry es como... San Miguel con liguero.

Mi lado gay se siente... sweety, sweety.
Nadie se acerque a mí por unos días.